EL BÁDMINTON, UN DEPORTE EN PLENA EVOLUCIÓN, LLEGA A HUELVA 2021

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¿Lo tenemos todo?; pues venga, a disfrutar de Huelva 2021.

 

(Foto: @AytoHuelva)

La noticia de que Huelva sería la sede de un mundial no sólo premiaba el buen trabajo realizado en el Europeo, sino que ponía sobre la mesa un reto al que sólo daría respuesta un gran esfuerzo por parte de todos. No se trataba ya de convertir Huelva 2021 en un evento que cumpliese con todas las expectativas, sino también en un Campeonato del Mundo a la altura de otros disputados en nuestro país. España se estrenó como anfitriona de un mundial en Sevilla 2001, y repitió con Madrid 2006, recibiendo en ambos casos el reconocimiento del mundo del bádminton. Es por esto que, en su día, Huelva 2021 asumió la responsabilidad de mejorar lo que ya habíamos sido capaces de ofrecer como país, pero también de apostar por un Campeonato del Mundo que albergase el resultado de dos décadas de evolución. Vamos a hacer un breve repaso a algunos de los cambios vividos en el siglo XXI, tomando nuestras ciudades como referencia.

 

Sevilla 2001 fue un torneo que se disputó en un contexto de cambios, y en un momento en el que la disciplina estaba a punto de dar un salto muy significativo. Lo primero que llama la atención, visto hoy, es que los sets de los partidos de dobles y del individual masculino se jugaban a 15 puntos, mientras que en individual femenino se llegaba hasta 11. Un año más tarde se implantarían algunas modificaciones sin demasiado éxito, pero habrá que esperar a Madrid 2006 para ver un mundial con mangas a 21 puntos, en todas las especialidades.

 

La fibra de carbono “tomaba” la ciudad hispalense, hecho muy relevante pues se estaba viviendo un momento histórico de cambio en el material destinado a construir las raquetas. En la década de los ochenta se impuso el empleo del aluminio, pero el nuevo siglo daba paso a una nueva era de raquetas más ligeras y al mismo tiempo consistentes, con el uso de la fibra de carbono, el grafito y otros ingredientes.

 

Y en este marco de evolución, del 28 de mayo al 10 de junio se pudo ver en el Palacio de Deportes de Sevilla a los mejores del mundo durante nada menos que catorce días, otra diferencia notable con los actuales campeonatos, que se concentran en una sola semana. La nutrida participación española no tendría demasiada suerte en la capital andaluza, y sólo la pareja formada por José Antonio Crespo y Sergio Llopis, y la de dobles mixto integrada por el propio Crespo y Loli Marco, lograrían pasar una ronda. Aún quedaban algunos años para que se produjera un cambio generacional: vivíamos un momento en el que brillaban nuestros doblistas, quienes consiguiendo buenos resultados en el circuito internacional, no llegaron nunca a hacer algo grande en una cita mundialista. Dos años más tarde, en Birmingham, Crespo y Sergio Llopis conseguirían la novena plaza, y un año después clasificarse para los Juegos Olímpicos de Atenas. Pero en Sevilla, casi todas las medallas volaron hacia el continente asiático, menos tres que se quedó Dinamarca, entre ellas, la plata de Peter Gade. La preparación que se seguía para llegar a los torneos en las mejores condiciones era ya compleja, y estaba muy diversificada. Pero eso era algo, que también estaba a punto de cambiar…

 

Vamos a viajar en el tiempo cinco años hacia adelante, para visitar Madrid 2006. La semana del 18 al 24 de septiembre España organizaba su segundo mundial de bádminton, y volantistas de más de cincuenta países llegaban a la capital de España buscando la gloria; un mal año para encontrarla si no venías de China, porque el país asiático dominaba el circuito y acabó llevándose cuatro de los cinco oros. Y entre ellos, el de Lin Dan, una bestia que al fin despertaba de un letargo sin grandes títulos, y que ganaba su primer Campeonato del Mundo en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, como testigo.

 

Nuestra representación estaba formada por quienes habían visto jugando el cambio de siglo (Yoana Martínez, Loli Marco, Crespo, Llopis), pero en la lista aparecían también ya y, por primera vez, algunos de los nombres que irían tomando el relevo; “un tal” Pablo Abián, por ejemplo, que caía en primera ronda. Es a partir este momento cuando se produce una transición a algo que trasciende de los propios actores, y que supone un modo diferente y nunca visto antes de entender la disciplina; en el epicentro de cualquier ámbito de mejora, se situaba el discurso del entrenador. Estaba a punto de “salir a pista” Fernando Rivas.

 

Los jugadores de bádminton ya contaban con profesionales de la psicología, fisios y otros preparadores, acompañándoles en su día a día. Pero, cuando aparece en escena Fernando Rivas, sus métodos dan un giro al concepto de entrenamiento y se impone la figura del entrenador “único”, que ya no “acompaña”, sino que ejerce de verdadero guía, y cuyos recursos son la base de todo el aprendizaje. Las pautas que se siguen con el resto del equipo ya no son cíclicas, sino que se ajustan a las necesidades específicas de cada deportista en cada momento, y están dirigidas a mejorar el rendimiento partiendo del conocimiento propio, y del rival. La verdadera aportación de Rivas no es el análisis táctico, sino el hecho de incluir en él, como un factor más, al contrincante; los planes de juego comenzarán a versar sobre la anticipación, basados en el estudio previo de los rivales Los aspectos físico, mental, técnico y táctico ya no volverían a tratarse por separado, sino que se fusionarán en un todo capaz de dar todo tipo de respuestas, pero en el que ninguna de las partes puede fallar. En 2014 Carolina dejaba atónito al mundo ganando un Mundial de Bádminton, pero jamás habría podido con Li Xuerui si su mente hubiese ido por un lado, y su cuerpo por otro. Comenzaba la era del Puedo Porque Pienso Que Puedo, pero eso, ya es historia.

 

En nuestro último salto en el tiempo llegamos al fin a Huelva, unos días antes de que comience el Campeonato del Mundo. Algunas cosas las desconocemos, sencillamente, porque aún no han sucedido; pero, de quienes participan, lo sabemos todo. Los jugadores de hace quince o veinte años, además de salir a pista, “se tiraban a la piscina”, por el total desconocimiento que tenían de sus rivales, y de la estrategia de estos. No tiene que ver con ninguna metodología; tiene que ver con que no había nada que ver si no era en vivo, porque no había modo de poder hacerlo. Ahora, con un sólo clic ves el partido que quieras de tu contrincante, tantas veces como desees, y hasta comentado.

 

El avance de los medios audiovisuales y el auge de las redes sociales han sabido introducir también una nueva tarjeta de presentación de la disciplina, explotando su cara más mediática y de espectáculo visual, y especialmente en Europa; en el continente asiático la pasión ya andaba descontrolada, mucho tiempo atrás.

 

De la mano de grandes marcas, la ropa y el equipamiento también han ido adaptándose con la única exigencia, en muchos casos, de que las prendas sean cómodas. De lo que nadie duda ya hoy es de la importancia de tener un buen par de zapatillas que, sobre todo, sean capaces de prevenir una lesión: los giros y los desplazamientos explosivos que se realizan en la pista precisan de un calzado que esté reforzado por los lados, para proteger los tobillos de movimientos que puedan hacerles daño. La suela, por tanto, debe ser fina, para que el pie esté lo más en contacto posible con el suelo, y sea más fácil apoyarlo correctamente. ¿Lo tenemos todo?; pues venga, a disfrutar de Huelva 2021.

 

Fuente: huelva2021.com

 

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