«Cuando el fútbol es un poquito más que el resultado»
Opinión de Tomás García sobre el encuentro en Castalia
(Foto: CD Castellón – X)
Debo admitir que, cuando el Castellón mete el segundo, la frustración y la rabia me tientan para apagar todo, desconectar, y «hasta la semana que viene». Pero como quiera que el pecado no consiste en ser tentado, sino en ceder a la tentación, de pronto se apareció delante mía el famoso Castilla 3, Recreativo 4, del cuál puedo contar que lo viví gol a gol, precisamente, porque no apagué la radio con 3-0. Y por eso, me duele tanto esta derrota y me rompe el alma ver a Del Pozo celebrando el segundo, sabiendo lo que pasaría después: porque, de pronto, la cosa se puso que parecía que podría tener un final con magia, uno con algo que recordar durante mucho tiempo, y uno que hiciera justicia al esfuerzo de un Recre que jamás dejó de creer, ni jugando contra «eso». Al final no hubo épica, ni poesía, ni tampoco quedó ninguna fecha escrita en ninguna parte, pero no nos venimos sin nada: Castellón 3, Recreativo 2, nos dejamos allí los puntos pero, a quienes venimos defendiendo durante todo el año que el fútbol es «un poquito más» que el resultado, el decano nos ha regalado esperanza.
Se está poniendo muy en valor la segunda parte que hace el equipo, cuando a mí y, siendo muy diferente, la primera también me agrada. Me disgustan las propuestas que, aprovechando sólo una parte del potencial del equipo, tratan de conseguir «sólo una parte de los puntos» en juego; pero no es lo que pasó en Castalia porque, entre salir a «colgarse del larguero», o «suicidarse» jugando de tú a tú al Castellón, hay mil cosas que se pueden hacer en medio, y el Recreativo no comenzó el partido disputándole el balón, pero sí el terreno, y alternó el bloque medio con ir a presionar más arriba, pensando en llegar al área rival, jugando. Y esa es la diferencia: mientras que en otros partidos la prioridad había sido mantener la portería a cero, el sábado se buscó el resultado insistiendo en unos mecanismos que se nota que tenían muy ensayados, y en los que Alcalde, bien siendo el último, o bien dejándose caer, formaba junto a Del Pozo, Álvaro y De la Rosa un rombo que debía atravesar la última línea de los locales. Creo que ellos esperaban más a Antonio Domínguez pero que el partido pedía que el de Punta estuviera más sacrificado, y creo que, a pesar de que al final nos meten dos, el equipo estuvo bien y compitió para merecer más. También creo que el remate «a placer» de Douglas o el autogol de Antonio no fueron la causa de los goles sino la última parte de la verdadera explicación de los mismos: a pesar de todo, el Castellón es mucho mejor equipo, y sencillamente impuso su ley porque necesita mucho menos para llegar y, cuando lo hace, lo hace mejor.
Tras el descanso también me gusta el equipo, y no voy a caer en la trampa que encierra la frase: «claro, ahora que van perdiendo se van arriba; ¿por que´no lo han hecho antes?». La pregunta se responde sola, viendo como el Castellón seguía a lo suyo, ganando 2-0; la primera parte de la frase parece algo obvio pero resulta, que no es lo mismo irse arriba porque vas perdiendo, que irse arriba porque vas perdiendo y hacerlo bien; y el Recre, sin descomponerse (no lo hace en ningún momento del encuentro, ni queriendo ni sin querer) consigue hacer daño a un Castellón que, si bien sigue dejando esos espacios atrás, también sigue atacando como si nada, y todo invita a pensar que debería llegar antes el tercero de ellos, que el primero nuestro. Pero no; el Recre se vuelve lo bastante efectivo como para poner en jaque al mejor equipo de la categoría. Pero eso: son el mejor el mejor de la categoría, y al final… Bueno, al final, eso.
Con ocho partidos por delante y, a pesar de haber perdido la quinta plaza, considero que el Ceuta está aún muy lejos de tener asegurada la quinta. Incluso me parece que estamos muy bien posicionados para tan bonita disputa. Y oye, que si al final no entramos, tal vez no sea un fracaso, pero sí una gran desilusión. Firmado: alguien para quien el fútbol es «un poquito más» que el resultado».