CAROLINA YA ESTÁ EN OCTAVOS DEL OPEN DE JAPÓN
La volantista onubense supera a Zhang Yi Man y pasa a los octavos de final del Open de Japón (Súper 750) 2022
Carolina Marín ha derrotado a Zhang Yi Man en dos mangas, 21-19 y 21-11, y se mete en los octavos de final del Open de Japón. En su estreno en un torneo que se le da bastante bien, la onubense ha mostrado algunas de sus mejores virtudes, tales cómo saber entender una situación inesperada para darle la vuelta al marcador, y no dar opción a su rival una vez «le pilla el truco»; y es que se le pudo complicar la cosa, pero el nivel de su juego sigue subiendo, y hoy le ha dado para manejar bien un encuentro que comenzó «rarete».
Durante el primer acto, a la nuestra le ha costado a hacer funcionar su plan de juego; la jugadora china ha buscado una y otra vez el rectificado de Caro y la ha movido por la pista más de lo previsto, encontrando así muchas oportunidades para bajar el volante, que ha sabido aprovechar. Hasta cinco puntos de ventaja ha llegado a tener Zhang Yi Man sobre Carolina quien, lejos de perder los nervios, ha sabido ser más fría que su oponente en los últimos lances del set, para empatar a 19 y posteriormente golpear primero en el marcador.
En el segundo acto, entre que la onubense ha comenzado como un tornado y que la china ha bajado en intensidad, la cosa ha ido más rápida, y Carolina se ha asegurado de que el resto del encuentro no tuviese ya mucha historia. Zhang Yi Man no ha estado tan precisa en los envíos y muchos volantes se le han quedado demasiado cortos, algo que ha acortado muchos los puntos, siempre en favor de Carolina.
Nuestra campeona sigue subiendo su nivel de juego; gracias a la diferencia que existe hoy entre su rival y ella, ha sabido recuperar la iniciativa en los puntos, cuando más falta le hacía; y digo «hoy» porque hace algunas semanas le habría costado mucho más «salir» del apuro o, sencillamente, no lo habría conseguido. Me quedo con eso, y con el análisis que le toca hacer de un plan de juego que no ha ido como tenía que ir, y cuyas soluciones casi ha tenido que improvisar. Un pasito más.
