Carolina Marín, Doctora Honoris Causa por la Universidad de Huelva

La campeona onubense vive “un momento único” en una ceremonia histórica que reconoce su legado deportivo y humano
Carolina Marín, doctora del esfuerzo y el alma

La Universidad de Huelva ha vivido este viernes uno de los actos más emotivos y solemnes de su historia al investir como Doctora Honoris Causa a la campeona del mundo de bádminton Carolina Marín. Un reconocimiento que va mucho más allá de sus éxitos deportivos, y que, como la propia deportista ha confesado, representa “un orgullo y una felicidad que difícilmente puedo describir”.
En un Paraninfo repleto de autoridades, estudiantes, familiares y admiradores, Carolina ha tomado la palabra con la sinceridad, humildad y determinación que la han convertido en referente mundial. “Yo sólo era una niña que quería ganar a todo”, recordó entre sonrisas, antes de lanzar un mensaje de profundo calado: “Por suerte lo conseguí, pero en el proceso construí un camino increíble rodeada de gente a la que quería. Y de paso llevé el nombre de Huelva por todo el mundo. Para los niños del futuro, deseo algo parecido. Y la responsabilidad es nuestra”.
Más allá de los títulos, la nueva Doctora Honoris Causa por la UHU quiso destacar el valor del trayecto: “Las medallas son sólo el complemento de algo mucho más grande: los valores, el aprendizaje, las personas, el cariño de la gente…”. Y subrayó la importancia de que “en mi país se reconozca por fin un deporte al que le he entregado mi vida”.
En su discurso, Carolina reconoció que nunca imaginó convertirse en ejemplo: “No pensé en ser referente para nadie, pero cuando sucede, uno entiende la responsabilidad que conlleva. Mi historia ha servido para romper barreras. Nadie podía pensar que en la final femenina de los Juegos de Río sonaría el himno español… pero lo hicimos”.
Su nombramiento no sólo marca un hito por su relevancia, sino también por su significado histórico: Carolina Marín es la primera mujer onubense en recibir esta distinción honorífica. “Lo que hoy recibo no es solo el reconocimiento de la mayor institución académica de mi ciudad y mi provincia. También acepto una gran responsabilidad que llevaré con muchísimo orgullo”, expresó con emoción.
La campeona tuvo palabras de agradecimiento para el profesor Pedro Sáenz, impulsor de su candidatura, y para el COIDESO. Y, cómo no, para sus padres: “Soy lo que soy gracias a ellos. Tuvieron un gesto conmigo que nunca podré agradecer lo suficiente”. A continuación, recordó también a su “otra familia”, su equipo técnico, con una mención especial a Fernando, Anders, Carlos, Guille, María…, sin los cuales “no habría ganado ni una sola de mis medallas”.
La rectora en funciones, María Antonia Peña, subrayó que Carolina ha logrado lo que parecía imposible: “Destacar mundialmente en un deporte sin tradición, sin respaldo y sin impulso institucional en nuestro país”. Para ella, reconocer a Carolina “es también reconocer al club IES La Orden y a entrenadores como Paco Ojeda o Fernando Rivas, sin los cuales nada habría sido igual”.
Peña fue contundente al definir el impacto de la onubense: “No solo por sus logros, sino por su capacidad para levantarse una y otra vez. Su frase ‘puedo porque pienso que puedo’ es ya un aforismo con más poder transformador que cualquier libro de autoayuda”. Y concluyó: “Carolina nos honra doblemente: por sus títulos y por ser una paisana que nunca ha dejado de presumir de sus raíces”.
El acto, cargado de emoción, estuvo precedido por la laudatio a cargo del profesor Bartolomé Jesús Almagro, que elogió a Carolina como “una onubense que encarna los valores de disciplina, esfuerzo y liderazgo que esta Universidad aspira a promover”. Destacó, además, su papel como símbolo de inclusión y diversidad y como referente femenino en un ámbito tradicionalmente dominado por atletas asiáticos.
Carolina Marín, que ya había llevado a Huelva a lo más alto del deporte mundial, entra ahora por la puerta grande en el Claustro de doctores y doctoras de su Universidad. Desde hoy, la deportista onubense no solo es campeona en la pista, sino también en el ámbito académico, Doctora Honoris Causa por méritos propios, por inspiración, por constancia y por una historia que ha marcado una generación.