Jandro Infante se despide del banquillo del San Roque B tras dos temporadas de crecimiento y formación
El técnico onubense no continuará al frente del filial aurinegro y podría alejarse temporalmente de los banquillos
(Jandro Infante)
Jandro Infante no seguirá como entrenador del filial del Club Deportivo San Roque de Lepe la próxima temporada. Así lo ha comunicado el propio técnico onubense en un emotivo y extenso mensaje publicado en sus redes sociales, donde anuncia el cierre de una etapa “gratificante y de constante evolución” en el club aurinegro, y deja abierta la puerta a un posible parón en su carrera como entrenador.
Infante llegó al banquillo lepero de la mano de Manolo Santana, tras lograr dos ascensos consecutivos con el Huelva Colombina, y desde el primer momento asumió un reto claro: formar jugadores para el primer equipo, más allá de los resultados deportivos. Su gestión ha permitido el debut en Tercera RFEF de futbolistas como Dani Gil, Litri y Jhon Córdoba, cumpliendo con creces ese objetivo formativo.
A nivel competitivo, logró mantener al San Roque B en la máxima categoría del fútbol provincial durante sus dos campañas, a pesar de las dificultades propias de dirigir a un grupo joven, sin apenas experiencia, y en una liga cada vez más exigente. “Siempre soñamos con los play-off de ascenso a División de Honor, pero es complicado competir con clubes que apuestan fuerte económicamente por ese salto”, reconoció el técnico.
Este domingo, en el encuentro ante el CD Bonares, se despedirá oficialmente del club y de su afición en el viejo Municipal de Lepe, en un partido cargado de simbolismo.
En su comunicado, Jandro repasa los momentos más importantes de su etapa en Lepe y lanza un sincero agradecimiento a todas las personas que han formado parte del camino: “No han sido dos años fáciles, pero sí profundamente gratificantes. Me voy siendo mejor entrenador y, sobre todo, mejor persona”.
También ha tenido palabras de especial cariño para su cuerpo técnico, la directiva, los formadores de la cantera y, cómo no, la afición: “Gracias por vibrar con nosotros en las victorias y por el respeto en las derrotas. Lepe es muy grande. El San Roque, más. Y yo, seré sanroquista de por vida”, concluye.
Se cierra una etapa de compromiso, humildad y trabajo en silencio, pero con resultados visibles. El futuro de Jandro Infante es una incógnita, aunque su legado en Lepe quedará como ejemplo de proyecto formativo con sello propio.
