Comunicación efectiva y vías de agua

Sin ganas de mirar la clasificación, con el comportamiento pueril de quien se tapa la cabeza con la manta para así ahuyentar sus miedos, aplicándome eso de “ojos que no ve, corazón que no siente”; de esta manera, me dispongo a desahogarme haciendo verdaderos equilibrios para repasar la actualidad del Decano sin caer en el justificado derrotismo que se ha instalado en el recreativismo.
Más allá del calamitoso presente deportivo, con el equipo sin red intentando escapar de las fauces del descenso, existen bastantes frentes abiertos en la entidad y una serie de asuntos que poco a poco han de ser enmendados. Sin paños calientes: el Recre necesita reestructurar determinadas áreas que sufrieron una involución importante de la mano de los gestores salientes. No creo que sea necesario vivir instalados en un clima de nerviosismo e intentar atajar toda imperfección con premura, no podemos dar pasos en falso y creo que quien será nuevo propietario tiene tiempo suficiente para asentar su proyecto sobre unos cimientos sólidos con independencia de la categoría en la que nos hayamos merecido jugar la próxima temporada.
Uno de los asuntos que más me inquieta sabiendo la intensidad con la que nuestra afición vive a su club, es todo lo relacionado con la comunicación, un tema que considero especialmente maltratado por el antiguo consejo de administración y en el que se vieron a las claras los costurones de la nefasta gestión llevada a cabo. Sí me gustaría aclarar que en ningún momento pretendo criticar a las personas encargadas de llevar dicho departamento, de hecho, siempre les he visto como víctimas de la arrogancia de las personas que les eligieron para el puesto y, por qué no decirlo, afectados por la comparación del funcionamiento de este departamento en etapas anteriores.
Para tener un recreativismo libre a la hora de opinar, contestatario que no se doblegue ante lo que no le gusta, así como vigilante, es necesario que esté informado y eso empieza por la propia comunicación que nos llega desde el club. En mi opinión el flujo de información hacia la afición ha de ser constante, para ello es ineludible no sólo tener a buenos profesionales que sepan relacionarse con la prensa, también una eficiente gestión de sus perfiles en redes sociales. Es precisamente este canal de comunicación la principal fuente de la que bebemos los recreativistas y uno de los activos más descuidados por el club en las últimas fechas.
Ahondando en la conexión y la forma de relacionarse del club Decano con los aficionados, hay un asunto que me preocupa sobremanera: las filtraciones. Si bien es cierto que los tiempos van cambiando y con ellos las fuentes de información, percibo más vías de agua que nunca en este velero llamado Recreativo, la información circula sin control alguno y lo que no sé si es peor, tantas veces es falsa como veraz.
Siempre he dicho que en Huelva somos unos privilegiados porque tenemos grandes periodistas cubriendo la actualidad deportiva y enormes comunicadores, blogs y webs de temática recreativista. El problema y lo dañino de las filtraciones viene cuando se tratan de equiparar a una primicia bien trabajada, hemos pasado de recibir información de muy buenos periodistas y comunicadores a percibir como normal que cualquiera te pueda soltar una información sensible que, para más inri, le ha llegado desde dentro del propio club. Esto último que comento no es nada nuevo, por desgracia, en esta bendita ciudad tenemos también a un par de “escupemicrófonos” desde tiempos inmemoriales, pero el afán de protagonismo dentro y fuera del club ha hecho que se hayan multiplicado exponencialmente incluso dentro de la propia afición.
Quiero acabar por tanto haciendo mía una frase del informático y activista social Mitchell Kapor, una sentencia que me parece muy oportuna viendo el presente que se está viviendo en el entorno de “El Abuelo” por culpa del afán filtrador de algunos: Obtener información de internet es como intentar beber agua de una boca de incendios.