Revolución en las ligas juveniles: El cambio de formato que se avecina en la competición española

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Jesús Candón lucha por conservar el balón / Deivid Quintero


La Federación prepara una reestructuración con dos ligas élite y un nuevo modelo competitivo para las categorías inferiores


(Foto Archivo)

 

 La Federación Española de Fútbol está ultimando una gran reforma en las ligas juveniles, con el objetivo de elevar el nivel competitivo de sus jugadores y facilitar su seguimiento internacional. Según adelantó el periódico El Relevo, la estructura actual de la División de Honor, que hasta ahora se divide en siete grupos, dará paso a un nuevo formato con dos ligas élite y cuatro grupos adicionales en un nivel inferior, que funcionarán como una especie de segunda división. Este plan, que se está detallando en intensas reuniones entre las territoriales, se espera que se implemente en la temporada 2026-27.

 

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La idea es clara: elevar el nivel competitivo de los jóvenes futbolistas, muchos de los cuales formarán parte de las futuras selecciones nacionales Sub-19. Las dos ligas élite estarán conformadas por los clubes más potentes, lo que permitirá un mayor seguimiento y desarrollo de los canteranos, tanto a nivel nacional como internacional. De esta manera, se reduce el número de equipos en la élite, que pasaría de 120 a solo 40, lo que redundará en una mayor calidad en los partidos.

Este modelo, inspirado en la estructura de la Primera RFEF, recuerda a la reforma que se realizó en la Segunda B, donde se redujeron los grupos para hacer la competición más atractiva. En el caso de los juveniles, la nueva disposición también favorece la creación de duelos directos entre las canteras de los clubes más importantes, lo que sin duda será más atractivo para el público. Además, el formato tiene reminiscencias de la antigua Liga de Honor Sub-19, que se jugó hasta la temporada 95-96.

Sin embargo, no todo son ventajas. Este modelo también presenta varios inconvenientes, especialmente para los clubes que no pertenecen a la élite, quienes se verán relegados a divisiones inferiores. Aunque los jugadores de estos clubes podrán beneficiarse de la experiencia de competir contra equipos más potentes, también se enfrenta a un aumento en los desplazamientos, ya que la nueva organización territorial de los grupos provocará viajes más largos.

El sistema actual, que se organiza en siete grupos, permite que los campeones de cada uno, junto con el mejor segundo clasificado, jueguen la Copa de Campeones. Abajo de la División de Honor, existen 17 grupos de ligas nacionales, que se dividen por territoriales. Sin embargo, este nuevo modelo tendrá repercusiones directas, especialmente para los equipos como el juvenil del Recreativo de Huelva, que competirá en la Liga Nacional Juvenil la próxima temporada.

Con el nuevo formato, aún queda por definir si los equipos que participen en esta categoría podrán ascender a la Segunda División Juvenil o a la División de Honor Juvenil, que se convertiría en el tercer escalón nacional. Muchos son los interrogantes y dudas por resolver, pues parece que la Liga Élite será una competición cerrada para los clubes profesionales, lo que podría hacerla inaccesible para los clubes de menor nivel, como el Recreativo.

Un cambio que abre puertas, pero también genera incertidumbre, y que promete transformar el fútbol juvenil español en los próximos años.