El Recre se juega en apenas siete jornadas una plaza para disputar el play off de ascenso a Segunda División y la afición juega un papel crucial

(Foto: Matías Hermoso)

  Quedan muy pocas jornadas para que concluya el campeonato regular en la Primera RFEF, antes de dar inicio a los playoffs de ascenso a la Segunda División. Un premio que es bienvenido por todos, independientemente del objetivo inicial de la temporada. La tensión y las especulaciones sobre quién obtendrá tal honor se entrelazan con la incertidumbre. En este aspecto, el Recre cuenta con una ventaja: su afición. Aquella incansable que soporta tormentas y contratiempos. La misma que siguió a su equipo a través de los momentos más sombríos del fútbol nacional y que, con determinación, entusiasmo y un enorme esfuerzo, ha logrado devolver al «abuelo» a una categoría que había perdido y que tanto ha costado recuperar.

 

 

Nadie apostaba por este equipo, ni por su entrenador (cuestionado por propios y extraños), pero con cada partido y cada minuto, el viejo «abuelo», este año más onubense se ha fortalecido en la categoría, convirtiéndose en un rival «temido». El Decano ha sido dueño de la quinta plaza de la clasificación durante trece jornadas, con una ventaja que parecía inalcanzable, hasta que en solo cinco jornadas, el Ceuta le ha arrebatado la posición. Dos partidos consecutivos en casa, y en uno de ellos, el equipo desaprovechó la oportunidad de recuperar el puesto de play off, lo que ha hecho que el nerviosismo y la incertidumbre aumente entre los aficionados del Recre. Es verdad que este Recre no estaba diseñado para luchar por estos objetivos, pero si se tiene la oportunidad, se debe luchar.

 

Nuestro grito de guerra lo dice todo: «Rendirse no es costumbre onubense». Y así es. Por ello, el impulso final debe venir de los aficionados, siempre con el apoyo inquebrantable de los dirigentes. El Consejo de Administración no está por la labor (aún) de lanzar una promoción que satisfaga la demanda de la afición y convertir así el Nuevo Colombino en una fortaleza, un hervidero que intimide a cualquier «forastero» que entre en nuestro santuario, les provoque temblor de piernas y brindando al equipo ese extra de adrenalina necesario para triunfar en los enfrentamientos que quedan en casa.

 

La siguiente oportunidad será este domingo a las 18:00 horas contra el primer equipo filial del Real Madrid. Los de Raúl González lo pondrán difícil. Será un reto, pero con el Recre jugando en casa y el apoyo incondicional de la afición, se hará lo posible para asegurar que los tres puntos se queden en el casillero del Recreativo de Huelva. Esperan siete finales, siete partidos con mucho en juego. ¡»A veces, los sueños se hacen realidad»!

 

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