EL PALACIO DE LOS DEPORTES «CAROLINA MARÍN» ACOGERÁ LA CAPILLA ARDIENTE DE HUGO MILLÁN
El Consistorio ha decretado tres días de luto por la pérdida del joven piloto, desde hoy lunes y hasta el miércoles
El Palacio de Deportes Carolina Marín, acogerá a partir de mañana martes la capilla ardiente de Hugo Millán, el joven piloto onubense fallecido en el día de ayer en un accidente cuando competía en MotorLand Aragón.
Según ha explicado el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, “debido a que las normas de prevención frente al Covid limitan la confluencia de personas, hemos querido habilitar un espacio amplio y seguro donde la ciudadanía onubense pueda despedirse de Hugo y unirse al dolor de su familia en unos momentos tan duros que todavía no terminamos de creernos”.
«El Consistorio ha decretado tres días de luto por la pérdida del joven piloto, desde hoy lunes y hasta el miércoles».
Para ello, el Ayuntamiento va a habilitar la pista central del Carolina Marín como capilla ardiente y establecerá un dispositivo especial de seguridad acorde con todas las medidas de protección frente al Covid, donde se establecerá una puerta de entrada y otra de salida. La capilla estará abierta desde las 10 a las 19 horas para que “los onubenses podamos demostrar lo mucho que queríamos a Super Hugo”, ha destacado Cruz.
Por otro lado, la madre del joven piloto fallecido, Ana Belen Gracia, se ha dirigido a su hijo a través de las redes sociales: «mi ángel de la guarda ¿cómo estás? Te quiero muchísimo mi campeón». «Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida. Te quiero mi Súper Hugo». El padre, Kike Millán, también dejó un mensaje a través de su perfil de personal de Facebook, donde se podía leer «Mi vida se partió. Me encargaré de que no se olvide tu gran humildad y buen hacer en los circuitos. Diste tu vida por ser tan valiente y te juro por mi vida que no cesaré en uchar para que no se desvanezca tu nombre. Por siempre, SUPERHUGO».
Nota: A petición de la familia se ruega que las personas que quieran expresar sus condolencias y cariño lo hagan en la capilla ardiente, evitando el paso por el tanatario.