El Decano y la Copa del Rey | ¡Una historia que España aún no ha terminado de escribir!

España vivió una auténtica fiesta del fútbol
(Foto: RC Recreativo de Huelva)
El 6 de abril de 1903 —hace ya 122 años— nació lo que hoy conocemos como la Copa de Su Majestad El Rey, un torneo cargado de historia, emociones y leyendas. A lo largo de sus 121 ediciones, solo 38 clubes han tenido el privilegio de disputar una final. De ellos, únicamente 16 han logrado alzar los imponentes 20 kilos de plata de ley que coronan al campeón de este prestigioso trofeo del fútbol español.
Entre esos 38 elegidos se encuentra el Real Club Recreativo de Huelva, el club más antiguo de España, que forma parte de la historia viva de esta competición. El Decano del fútbol español tocó la gloria con la punta de los dedos en la inolvidable final de 2003, pero ya mucho antes había dejado su huella en la Copa. En 1906, el “Recreation Football Club” finalizó tercero en un triangular junto al Madrid (campeón) y el Athletic de Bilbao. Más tarde, en 1918, el Recre se quedó a un paso de la final, cayendo en semifinales ante el Madrid tras un 4-0 en la ida y un 0-2 en Huelva.
Pero si hay una fecha grabada en oro en la memoria del fútbol español, esa es el 28 de junio de 2003. Ese día, el Estadio Martínez Valero de Elche fue el escenario de ¡La final de los modestos!. Un Recreativo de Huelva que ya había descendido a Segunda soñaba con algo legendario: ganar la Copa y disputar la UEFA como equipo de la división de plata. Enfrente, un Mallorca liderado por dos artilleros letales: Samuel Eto’o (14 goles) y Walter Pandiani (13). El Decano no se quedaba atrás: Raúl Molina sumaba 10 dianas y Xisco Muñoz, 6.
No había favorito. En la liga, ambos duelos habían terminado en empate (1-1), y el país entero se dividió en dos bandos. Era una final diferente. Era pasión pura. Era fútbol de verdad. Y aunque el Mallorca se llevó su única Copa del Rey hasta la fecha, la gesta del Recreativo quedó para siempre en el corazón de los aficionados.
Porque nadie olvida el ambiente, la movilización de las aficiones, el respeto mutuo, la emoción. Aquel día, España vivió una auténtica fiesta del fútbol, y no hizo falta ningún “grande” para que el espectáculo fuese inolvidable.
Han pasado muchos años, pero la historia aún no ha terminado. Después de 1906, 1918 y 2003, muchos creen que España le debe un título al Decano. No sabemos cuándo llegará, pero sí estamos seguros de algo:
Tarde o temprano, la Copa volverá a mirar a Huelva.