“LA CARTULINA” EL TEMOR DE LAS FUTBOLISTAS
Los precios de las sanciones se incrementan en un 4.400% en la Liga F
(Foto: Sportshuelva.com / Adrián Chicón)
El fútbol femenino se encuentra inmerso en un proceso de profesionalización absoluto, algo que va a generar cuantiosos beneficios pero porque no decirlo, también el antónimo “perjuicios”.
El Sporting de Huelva sumó un total de 56 tarjetas (52 amarillas y 4 rojas) la campaña pasada y puede que muchos los desconozcan, pero el ser amonestado cuesta dinero. Para ser exacto el conjunto onubense tuvo que desembolsar un total de 244€ (208€ en tarjetas amarillas y 36€ en tarjetas rojas) en la anterior temporada en concepto de “Cartulinas”. Un dinero asumible por parte de la entidad blanquiazul, pero que este año, ese mismo número de apercibimientos podría generar un serio problema para las arcas del equipo presidido por Manuela Romero, ya que esas 56 tarjetas de la campaña pasada provocarían un desembolso en esta de 10.760 euros.
La polémica está servida. La recién estrenada “Liga F”, liga profesional del fútbol femenino, puso el pasado sábado la pelota a rodar -todo esto tras no poder hacerlo en la primera jornada a causa de la huelga de arbitras- un asunto que finalmente quedó zanjado.
¿Por qué se ha incrementado el coste de las tarjetas en un 4.400%? La respuesta es simple, artículo 52.3 del código disciplinario de la RFEF, que cita textualmente: «En las competiciones de carácter profesional, la sanción de amonestación de directivos, futbolistas, entrenadores y auxiliares, llevará consigo, para el club de que se trate, multa accesoria en cuantía de 180 euros cuando se trate equipos adscritos a Primera División, y de 90 euros cuando se trate de equipos adscritos a Segunda División. La sanción de suspensión conllevará multa por importe de 350 euros, cuando se trate equipos adscritos a Primera División, y de 200 euros cuando se trate de equipos adscritos a Segunda División, por cada partido o mes que abarque».
Todo esto está muy bonito, igualdad entre mujeres y hombres, pero ¿Y los sueldos? Pues como todo en la vida –eso ya lo vamos viendo otro día-. A título personal, creo que finalmente no se terminará aplicando este aumento del precio de las cartulinas, lo más razonable sería actualizar dicho código disciplinario y adaptarlo a la liga profesional femenina.
Recordemos que la temporada pasada si una futbolista veía tarjeta amarilla la multa al club ascendía a 4 euros (180€ temporada 22-23) mientras que por recibir la roja el precio era de 9 euros (350€ temporada 22-23).
No sabemos cómo acabará esto, si en rebaja de los costes de dichas sanciones o por el contrario recibiremos el premio “Al juego limpio” a final de temporada, donde veamos jugadoras con miedo a rozarse o disputar balones aéreos y donde la entrada más dura sea un soplido durante una carrera, en fin, capítulo II de la nueva “Liga F” y la RFEF.