Un Recre superlativo arrolla al Betis Deportivo en su primera prueba de nivel
El conjunto de Pedro Morilla impuso su autoridad desde el primer minuto ante un Primera RFEF y dejó grandes sensaciones en su primer test serio de pretemporada
Mario Da Costa, en una acción del encuentro / Recreativo de Huelva
El Luis Rodríguez Salvador vivió este sábado una noche de esas que reconcilian con el fútbol, incluso siendo pleno verano. Con un ambiente notable en las gradas y muchas miradas puestas en las nuevas caras del Decano, el Recreativo de Huelva dejó unas sensaciones inmejorables ante un rival de mayor categoría como el Betis Deportivo. El equipo de Pedro Morilla fue superior en todas las fases del partido, con ritmo, intensidad y calidad.
Desde el pitido inicial, el conjunto recreativista mostró una personalidad arrolladora. El control del juego fue absoluto, comandado por un Álex Carrasco superlativo, que se erigió como uno de los mejores jugadores de la primera mitad. Pero fue el Betis el primero en tener la primera ocasión clara. Adri se internó en el área, picó ante la salida de Jero y Carrasco evitó el tanto sobre la línea. Los onubenses llevaron la iniciativa y encontraron recompensa antes del descanso: una excelente combinación entre Pablo Évora y Paolo terminó con el balón en el fondo de la portería bética, firmando el 1-0 con el que se llegó al intermedio.
Lejos de bajar el ritmo, el Recre salió en la segunda parte con aún más hambre. Roni dejó su sello con una jugada individual de mucho nivel para anotar el segundo, y como broche de oro, Antonio Domínguez, con un golpeo magistral de falta directa, mandó el balón a la escuadra y desató la ovación en el Colombino. El 3-0 fue tan justo como ilusionante.
La imagen ofrecida por el Decano ilusiona a su afición y refuerza la idea de que el equipo está en el buen camino. Dominio, personalidad y goles ante un rival de superior categoría. Si este es el nivel de partida, no cabe duda de que la temporada promete emociones fuertes. El duelo se emborronó con una entrada a destiempo de Iván Salguero, que fue con los tacos por delante. Rudy se lo recriminó con un empujón y se formó una tangana que obligó al colegiado a finalizar el encuentro cuando no se había llegado al 90´.
