RECREATIVISTAS POR EL MUNDO | JORDI COLOMÉ
Un joven barcelonés al que el Recreativo le ayudó a sanar la herida que le dejó la salida de Ronaldinho del FC Barcelona
En nuestra segunda entrevista de la sección «Recreativistas por el Mundo» hacemos parada en tierras catalanas para conocer a un joven aficionado de Vilobí del Penedès, un municipio a 64 kilómetros de Barcelona. Él es Jordi Colomé, quien la salida de Ronaldinho del club culé dejó un vacío futbolístico y encontró en la otra punta de España a un club que recién estaba viviendo sus temporadas más gloriosas en la élite del fútbol nacional la razón para seguir disfrutando del fútbol, el Recreativo de Huelva.
Pregunta – Antes de empezar a hablar del Recreativo, me gustaría preguntarte sobre la estrella brasileña. Todos sabemos la destreza que tenía con el balón; era poco común ver a alguien que no disfrutase viéndolo jugar, ¿qué significó para ti?
Respuesta – Ronaldinho era magia para mí. Era un espectáculo verle jugar y siempre con una sonrisa en la cara. No hacía falta que nos dijera que era feliz jugando al fútbol, ya se le veía. Además, nunca he visto a un jugador que pueda permitirse el lujo de hacer regates tan descomunales sin que los rivales se lo tomasen como una provocación; era todo un placer ver el reconocimiento de la afición rival aplaudiendo su juego.
Además, tenía un corazón muy grande. Recuerdo una entrevista de TV3 antes de un Barca-Madrid, donde una niña sorda le dijo que si marcaba un gol le gustaría que lo celebrase levantando las manos y girándolas… marcó y lo celebró así. Un grande.
P – Su salida del FC Barcelona dejó a muchos aficionados huérfanos futbolísticamente. En tu caso, empezaste a interesarte y a seguir al Recreativo de Huelva, ¿cómo fue ese proceso?
R – Quiero aclarar que mi transición de ser seguidor del Barcelona a apoyar al Recre no fue algo que ocurrió de la noche a la mañana. Tomó su tiempo, en concreto, durante la temporada 2006 fue cuando empecé a notar que los resultados del Recre me iban llamando la atención, ya sea por goles en los minutos finales o por victorias frente grandes equipo como el Real Madrid, Valencia, Atlético… Incluso cuando tenía la oportunidad y daban algún partido en abierto, aprovechaba para verlos. Ese año, varias casualidades influyeron en mi decisión: la salida de Ronaldinho, el Recre en Primera División, una fase de mi vida en la que sentía más emoción al ver cómo un equipo modesto luchaba y hasta dónde podía llegar, en comparación con el Barcelona, que ganaba todo… y el programa “Minuto y Resultado”, que tuvo gran parte de culpa en mi decisión al ver como cantaban los goles del Recreativo.
P – Me imagino que la primera vez que se lo comunicas a tus seres cercanos no se lo creerían, incluso te habrían tomado como un loco, ¿cómo fueron sus reacciones?
R – Durante esa temporada, mi familia comenzó a notar que ya no mostraba tanto entusiasmo por los partidos del Barcelona, como si no fuera tanto conmigo. Se dieron cuenta de que, cuando el Recre marcaba, me salía un «¡Toma!» o un «¡Vamos!» y ellos pensaban el qué me estaba pasando. Al principio, se quedaron sorprendidos por mi cambio de preferencia, pero con el tiempo se dieron cuenta de que sólo se trata de fútbol. En ese momento, quizás aún no tenía mi personalidad bien definida y no había nacido para ser seguidor de un equipo campeón, sino más bien de uno modesto que pudiera seguir y disfrutar mientras avanzaba hacia la gloria.
Mi familia siempre respetó mi decisión, incluso me acompañaron a ver el Nàstic-Recre el primer año que fue el que descendimos a Segunda, lo cual fue importante porque tenía 16 años, así que o me acompañaban o tendría que haber esperado aún más para ver mi primer partido en persona.
Con mis amigos, la situación fue diferente. Lo habitual era que se rieran un poco y me preguntaran cómo podía ser seguidor de ese equipo sin tener ningún vínculo con Huelva, sobre todo siendo de un equipo que no había ganado mucho. Claro, ganamos la Segunda División y fuimos subcampeones de la Copa del Rey, pero ellos qué sabrían si eran niños y solamente se fijaban en el Barça o el Madrid. Sin embargo, al final, terminas generando interés en la gente por un equipo que no es de su tierra o incluso logras que lo acaben conociendo.
P – Comentas la inocencia de tus amigos cuando eran niños al fijarse solamente en equipos grandes, caso FC Barcelona y Real Madrid. No creo que sea fácil ser de un club modesto en una ciudad dónde convives con alguno de estos clubes. Cuéntanos tu experiencia.
R – Viéndolo desde la perspectiva de un aficionado, siempre es bonito ser diferente a los demás. En el caso de que te encuentres a un aficionado del mismo equipo que el tuyo, es mucho más bonito y la alegría que te llevas al verlo es mucho mejor. Eso me pasó en el trabajo, yo trato de cara el público y me ha venido muchas veces gente con la camiseta del Barça y del Madrid. Una vez vino un chico con la sudadera del Recre, no os podéis imaginar la ilusión que me hizo y la sorpresa que se llevó él al enterarse que yo también era del Recreativo. En estos momentos son los que te das cuenta que siendo de un equipo modesto tendrás menos alegrías pero las que tienes son bien intensas y es lo que al final te llevas, disfrutar de tu equipo y que te haga feliz cualquier situación que vivas.
P – Llevas 17 años como aficionado y 4 de socio, ¿cómo ha sido tu experiencia hasta ahora?
R – Esta va a ser mi quinta temporada como socio del club. He tenido experiencias muy bonitas con otros aficionados del Recreativo, especialmente durante viajes, encuentros y previas de partidos. Sin embargo, también he atravesado momentos muy tristes. Piensa que desde que soy del Recre, el equipo no ha dejado de descender. Llegué a pensar que había gafado al Decano, hasta que hace justo un año celebramos nuestro primer ascenso y hace poco el segundo. Ahora, poco a poco, estamos recuperando nuestro sitio. Para los seguidores de fuera, ver cómo el Decano va saliendo de Andalucía, Extremadura y Murcia es un motivo de alegría. Poco a poco va subiendo en el mapa, y los aficionados de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, ahora podrán disfrutar de partidos en vivo cerca de casa.
Siendo del Recre he vivido momentos inolvidables que si hubiera seguido solo al Barcelona no los hubiera disfrutado. Es muy bonito pasearte por las calles de Barcelona con la camiseta del Recre y que la gente te mire como si no fueras de allí o incluso te pregunten y se queden locos cuando le respondes en catalán.
A lo largo de estos años, he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas que me han impactado, la gente de Huelva es maravillosa. Recuerdo mi primer partido en Huelva, un Recre-Linares de la temporada 2015/16. El día antes del partido, tuve el placer de conocer a Jesús, un historiador local. Él fue quien se encargó de mostrarme todos los rincones de Huelva y de compartir conmigo su historia, me dejó alucinando. Ese día fue cuando me enamoré de Huelva. Siempre que bajo, le aviso. Para mí es un auténtico placer escucharlo hablar con tanto amor sobre el lugar donde nació.
En los partidos como visitantes, me cruzo con otros recreativistas que también vienen desde fuera. Ahí acabas viendo el amor que hay por el club, cómo tanta gente se recorren tantos kilómetros para apoyarlo. Es muy bonito. Cada vez que regreso a Huelva, me reciben con los brazos abiertos y nos tomamos unas cañas mientras hablamos del Recre hasta que anochece. Estas conversaciones no las tengo aquí en Cataluña en persona. Han pasado ya 17 años desde que me aficioné al Recre y cada año tengo nuevas aventuraseso también fortalece mi afecto por el club, ya que me considero un chico aventurero.
De hecho, una de mis aventuras más bonitas fue la de ir solo a Miranda de Ebro para ver el partido del play-off de ascenso. Allí conocí mi primer grupito de Huelva. Estaba cenando solo en un bar el día antes del partido y aparecieron dos aficionados, me preguntaron si iba solo y me dijeron que me uniera a ellos. Me hicieron sentir especial cuando se emocionaron al contarles mi historia. Les aprecio mucho, hicimos un grupo de Whatsapp llamado “RecreOnTour”. Siempre que bajo a Huelva es obligatorio visitarlos.
P – ¿Es diferente vivir los partidos desde la distancia?
R – Siempre se hace duro cuando ves que tu equipo desciende de categoría y se aleja aún más de tu ciudad. Incluso cuando estábamos en Segunda División, íbamos a estadios en Cataluña y otros lugares como La Romareda o El Sadar, donde nos reuníamos y conocíamos a muchos recreativistas. Formábamos un buen grupo e incluso teníamos la intención de crear una peña llamada «Peña Recreativista Cataluña Albiazul», sueño que se desvaneció al descender y al ver que el club ya no venía por aquí. También recuerdo que La Sexta solía transmitir muchos partidos del Decano. Sin embargo, cuando descendimos a Segunda B, comencé a seguir los partidos a través de Twitter. Afortunadamente, Teleonuba solía transmitir algunos partidos de forma gratuita, pero la situación ha cambiado. Ahora pagamos para ser socios y también debemos pagar cada semana para ver los partidos en línea, aunque la calidad no sea la misma. Los aficionados de fuera estaríamos encantados si en algún momento se logra un acuerdo para que los socios podamos disfrutar de los partidos de manera gratuita. Sería realmente positivo.
P – A pesar de la distancia, tu pasión por el Recreativo no se ha visto afectada, ¿cuáles son los momentos que recuerdas con más emoción?
R – La distancia hace más fuerte el vínculo. Entre tantas dificultades por poder verlo y al estar tan lejos, cuando llega ese momento que entras en el Nuevo Colombino se te pone la piel de gallina. Sin ir tan lejos conseguir verlo por la tele y sin que se corte ya es todo un lujo que solo conocemos la gente de fuera.
Tengo muchos momentos emotivos, el último ascenso a Primera Federación el que más porque pude vivirlo en persona en el Nuevo Colombino. El gol de Dopi fue una locura, recuerdo que nos abrazamos entre todos los que estábamos en la grada, sin conocernos y chillando como locos, nuestras caras eran poesía. Sabíamos que estábamos viviendo un momento increíble y, por suerte, así acabó.
Como recreativista he vivido momentos chulos. En mi primer partido en el estadio del Nàstic, un señor mayor con una camiseta del Recre se me acercó ofreciéndome cambiarla por una del Nàstic. Pensó que estaba allí para ver al equipo catalán, pero le dije que había ido a apoyar al Decano. Cuando le dije eso me regaló un llavero con el escudo del Recre, lo cual fue mi primer regalo relacionado con el club.
Unos años más tarde, un buen amigo de Niebla me regaló la camiseta del Recre, la segunda equipación negra que usamos durante la temporada 2013/14. Y poco después, mientras paseaba por Vilafranca Del Penedès (Barcelona), vi a un hombre mayor haciendo escudos de fútbol con alambre. Aluciné al ver que había uno del Recreativo de Huelva, así que no dudé en comprárselo.
P – Anteriormente comentabas el deseo de crear una peña, el cual no se pudo hacer realidad. Sin embargo, actualmente formas parte de la Peña Recreativista “La Canoa”, una peña de reciente creación e impulsada por jóvenes recreativistas. ¿Cómo llegaste a ser miembro de la peña? ¿Es diferente?
R – Soy miembro de la Peña Recreativista La Canoa desde hace tres meses. Conocí a Armando a través de Twitter, un chico de Huelva que lleva tres años viviendo en Barcelona y que ya era socio. Me animó a unirme, así que no lo dudé. Gracias a esta peña, tuve la oportunidad de viajar a Segovia y Cáceres para apoyar al Recre. Ser parte de una peña facilita mucho la obtención de entradas para estos partidos, sobre todo si vives lejos y no puedes acudir personalmente a comprarlas en taquilla.
La peña está compuesta por gente joven y maravillosa de mi misma edad, lo que también me ayuda a relacionarte más fácil con ellos. Estoy muy contento de haberme unido.
P – Por último, faltan dos semanas para el inicio de la liga, ¿cómo estás viviendo la pretemporada y el mercado de fichajes?
R – Pienso como casi todo el mundo. La plantilla aún tiene muchas incorporaciones pendientes, falta coger ritmo, que los jugadores se conozcan y se entiendan en el campo. Cuando lleguen los refuerzos más adelante se empezarán a entender en la liga. Más nos vale que iniciemos con buen pie y ganando, incluso si es por la mínima y jugando mal, para ir sumando puntos poco a poco. Si empezamos mal, aumentarán la crítica. Aún así, siempre es importante ser positivos.