PRIMERA PARADA | TRIGUEROS

Contracrónica del primero de pretemporada
Es relevante distinguir entre el comienzo de la pretemporada, y sus últimos partidos; cuando el inicio de la competición asoma por el horizonte, empieza a preocuparnos si falta tal perfil en la plantilla, si no se cierran bien las líneas atrás, o si los “tocados” estarán para la puesta de largo del equipo. Pero en Trigueros valía todo, porque la primera vez está todo perdonado, y porque lo que queríamos era ver al Recre en el verde. La táctica, la estrategia, el dibujo… falta mucho para eso, y no se puede sacar la más mínima conclusión, aunque sólo sea por los futbolistas que faltan por llegar (o eso espero), y porque el verdadero objetivo de estos primeros encuentros es que los futbolistas vayan cogiendo ritmo, entrando en la dinámica de partidos con sus compañeros, y que vayan explorando el camino hacia las buenas sensaciones.
En estas primeras citas, los entrenadores prefieren rivales de mucha menor entidad para que, lo que quieren, se parezca lo más posible a lo que “sale”, y para poder ir moldeando poco a poco un equipo que, al final de la pretemporada, tampoco será exactamente lo que pretende Abel. El camino se hace al andar, y habrá cientos de cosas que escaparán a su control. Pero los entrenadores cuentan con esas variables, y en Trigueros el Recre 2023/24 ha dado su primer paso para ir fortaleciendo ideas, y para ver qué futbolistas se adaptan mejor a ellas, algo que será determinante.
Tenía muchas ganas de ver a Luís Alcalde, pero me hicieron esperar cuarenta y cinco minutos más de lo que yo tenía pensado. Mientras tanto y, durante la primera parte, la gran alegría fue volver a ver a Víctor Morillo recorriendo el campo; es como si toda la campaña anterior tan sólo hubiera sido una pesadilla y, jugando muy pegado a la banda, nos dejó un “announce” de lo que está por llegar. Y no fue el único que se marcó unos buenos centros; quién más me gustó en Trigueros fue Alex Santos, y por muchas cosas (orden, rigor, posicionamiento), pero sobre todo porque viendo cómo golpea me pareció tener delante un “diamantito”. También Paolo, muy activo, parece tener tanto condiciones como un amplio campo de mejora y, en general, el papel de los más jóvenes me pareció más ilusionante que años atrás.
Antonio Domínguez quiere ser alguien importante, y pudimos leer esa idea escrita en su frente desde el primer minuto de su nueva etapa; con mucha presencia en la zona atacante, trató de gustarse y de dejarse ver para ganarse un puesto en el once. Puesto que la calidad ya sabemos que la tiene, su cabeza tendrá que hacer el resto cuando vengan buenas y cuando vengan malas. También me gustó Trapero, uno de los futbolistas claramente llamado a jugar en 1ª RFEF.
A partir de la segunda mitad comenzó el carrusel de cambios y, al fin, apareció Luis Alcalde vestido de recreativista. Con apenas tocar unos pocos balones, mirar y soltar al primer toque, se ve “quién es” desde muy lejos. Pero sobre todo me gustó dónde le puso Abel, porque me gusta que tenga gente por delante, y no por detrás; arriba y, si tiene un buen día, puede hacerte más de uno (que nos lo digan a nosotros). Pero también pierde gran parte de su potencial si no encuentra a nadie con quien asociarse, o a alguien a quien asistir, porque su fútbol va más allá de ser un llegador, que lo es. También Del Pozo se gustó con un gran pase de primeras, sirviendo a Iago el gol de más bella factura de la noche. Un Iago, por cierto, “hecho un chaval”, y que parecía ir en moto.
Saliendo ya por las puertas del campo, dos dudas me asaltaron: 1, ¿por qué no juega Adri Arjona en este equipo? El 18 quiere al Recre, pero el Recre no quiere al 18, un caso de amor no correspondido en el que la parte que más pierde es el Recre; y 2: ¿dónde estaba mi coche? No conozco esto, no sé dónde aparqué y llegué aquí hablando con Marta…