Pedro Morilla alude a “temas ajenos a lo estrictamente deportivo” su cese: «Me han bajado del tren al principio del trayecto»
El entrenador saliente ha cortado su silencio con una carta de despedida a través de sus redes sociales

Pedro Morilla fue cesado de su cargo hace una semana / Iván Vargas (SportsHuelva)
Hace exactamente ocho días que Pedro Morilla, a quien la actual dirección deportiva había encomendado el reto de liderar desde el banquillo el regreso a Primera Federación, fue cesado como entrenador del Recreativo de Huelva. Tres días después se anunció la llegada de Arzu como nuevo técnico del Decano y, tras más de una semana de silencio, Morilla se ha pronunciado sobre su salida, precipitada por un irregular inicio de temporada que dejaba al equipo octavo, a cuatro puntos del play-off y a tres de la zona de descenso.
Morilla aprovechó el mensaje de despedida de su exjugador Viedma, con quien ya coincidió en su etapa en el Recreativo Granada, para extender sus palabras al resto de futbolistas que también se acordaron de él de forma privada. «Ese reconocimiento es lo más importante para un entrenador, mi mayor trofeo: el de mis futbolistas, el del fútbol auténtico que se basa en el esfuerzo real», escribió el técnico, que se muestra «orgulloso» del trabajo diario de sus jugadores, quienes, añade, dieron «el máximo de vuestras posibilidades en cada minuto».

También tuvo palabras de agradecimiento para los profesionales del club que lo acompañaron durante su etapa, con especial mención a David Torrejón. El preparador físico fue el único miembro del cuerpo técnico que abandonó el club junto a Morilla. «Gracias por tu profesionalidad, tu sabiduría y por trasladarme en vena desde el primer día ese recreativismo que recorre cada centímetro de tu piel. Se te valorará como mereces algún día, amigo», escribió.
La despedida dirigida al presidente, Adrián Fernández, y al director deportivo, Roberto Ríos, tuvo un tono más grisáceo. Les agradeció «la oportunidad de liderar este proyecto», aunque también dejó entrever que, a su juicio, no han sido del todo justos con su trabajo. «Me voy con la sensación de que me han bajado del tren al principio del trayecto por temas ajenos a lo estrictamente deportivo», afirmó. Recordó, además, que «era un proyecto hablado para ascender en mayo o junio» y lamentó que se detuviera «tras haber pasado las curvas más difíciles, sin haberme quejado nunca de los vaivenes y sin tiempo para consolidar un equipo nuevo de 24 jugadores».

Morilla también se refirió a la prensa, con la que su relación se había deteriorado en las últimas semanas, y agradeció a aquellos periodistas que han intentado informar «con respeto, crítica constructiva y buena fe en esta digna y complicada profesión». Y, cómo no, tuvo palabras para la afición, de la que asegura que aspira a ver al Recre «en lo alto» pese al momento deportivo que atraviesa el club, animando «sin exigencias irracionales ni críticas destructivas».
Se despidió «con la conciencia tranquila» a pesar de no haber logrado el rendimiento esperado, recordando que aceptó «el gran reto de devolver al Recre a la categoría perdida guiado únicamente por el cariño que le profeso a este escudo, anteponiéndolo a otros más importantes en otros aspectos y entregando cada minuto de mi tiempo y dedicación». Por último, desea que «el fútbol le dé al Decano lo que merece: la estabilidad y el camino que honre su historia».

