PABLO ABIÁN CAE DERROTADO Y DICE ADIÓS A TOKIO
Todos los detalles del partido de Pablo Abián frente a Cheng Long
Visto el partido frente a «esa bestia» llamada Chen Long y, como ha dicho la propia Carolina Marín, Pablo ha dado todo lo que tenía. No le ha quedado nada más. Y por eso debemos sentirnos orgullosos, porque en unos Juegos Olímpicos las medallas se ganan contra los demás, pero, con recompensa o sin ella, el verdadero partido lo juegan los deportistas contra ellos mismos. Pablo lo tenía muy complicado pero aún así se ha dejado la vida, porque, si había una posibilidad de vencer, tenía que hallar el modo de encontrarla. Y con ello, ya ha ganado «su» partido, aunque haya perdido. El campeón olímpico no le ha dado ninguna opción, 21-11 y 21-10, y el jugador del IES La Orden se queda a las puertas de los octavos en Tokio.
Pablo ha comenzado cambiando mucho para tratar de tener, en lo posible, la iniciativa del juego; sabía que las opciones que tuviera el chino de bajar el volante, serían letales. Y, hasta más o menos el primer intervalo, ha sujetado «en corto» a su oponente jugando de un modo muy agresivo, y también reflexivo, eligiendo bien los momentos en los que buscar un remate. Pero, junto a algún rally que por ser contra quien es ya está en la historia de nuestro bádminton, Pablo también ha alternado algunos errores no forzados, que han propiciado, mediada la primera manga, que su rival tomase algo de aliento. Y eso no podía pasar. Cuando el bilbilitano se ha descuidado, Chen Long ha sacado su derecha a pasear y con ella su repertorio, para abrir una brecha a base de cruzados y paralelos, que se ha hecho demasiado grande.
En el segundo acto, el plan de juego no ha sido muy diferente. El chino ha construido sus puntos atacando siempre el rectificado de Pablo, pero no siempre le ha pillado a contrapié; también ha cometido sus errores y, cuando ha dejado una ventanita abierta, el nuestro ha sabido matar el volante. Y es que a los dos se les han dado mejor los remates que los golpes bajos, y raro es el lob que no se les ha ido fuera, a ambos. Por eso, cuando los minutos han hecho mella en la concentración del español, y el encuentro ha pasado a ser un intercambio de golpes, Chen Long se ha hecho muy grande, y ha llevado el partido donde Pablo ya no podía defenderlo. Tremendo como ajusta los volantes, y asombroso a qué velocidad «viajan» cuando salen de su raqueta.
Nuestro representante se queda con la miel en los labios frente a un tipo muy duro, pero apuesto a que también se va satisfecho, de haberse dejado el alma frente a él. Consiguió derrotar a Must y volvió a ganar un partido en unos Juegos Olímpicos, haciendo de nuevo historia para nuestro deporte. Magnífica participación de Pablo Abián en Tokio, y también de Clara, quien se vuelve con una victoria, y por supuesto ha sido igualmente felicitada por su amiga Carolina. Deseando ya ver más bádminton.
