El San Roque de Lepe buscará recomponerse tras su trágico descenso a Tercera RFEF

 

 

 

El San Roque de Lepe da fin a su fatídica campaña, en la que únicamente han sumado 36 puntos, los cuales no les ha bastado ni siquiera para situarse en el puesto de play-out. El club lepero ha finalizado la temporada a cinco puntos de este mismo puesto y a seis de la salvación segura. Como es previsible, el precio de tan malo resultado ha escupido de lleno a su afición, esa que lleva toda la temporada remando para sacar a su San Roque a flote, aunque también ha sido muy duro para las oficinas del club ya que nadie esperaba encontrarse en esos puestos y menos después de no haberse reforzado en el mercado nada mal bajo la opinión de todo aficionado aurinegro.

 

El equipo llevaba ya tres temporadas consecutivas perteneciendo a la categoría, y mantenerse una temporada más en la segunda RFEF, hubiese significado una garantía para asentarse en ella, incluso para poder optar en un puesto de play-off de ascenso, tal y como casi ocurrió en la primera temporada en la que el equipo militó esta categoría. Sólo se quedaron a un punto de jugarla.

 

 

Lo que mayormente ha hecho de la competición del San Roque un completo estropicio han sido ellos mismos y quizás algunos fantasmas del pasado. La poca contundencia en partidos clave para sumar puntos y la poca jerarquía del entrenador y los jugadores para gestionar las decisiones dentro del campo han sido los repetidos problemas aurinegros a revertir de manera vitalicia la temporada que viene para pasar el menor tiempo posible en una categoría inferior a la que el club y la afición se merece. Es de importancia recalcar la falta de unión en los vestuarios por parte de jugadores y el entrenador tal y como expresó el capitán del equipo, Camacho, hecho que influencia y arde más la situación estamental del club. Si el conjunto lepero quiere devolver a su afición un poco de alegría, tiene que reflexionar y corregir sus errores tajantemente. Todo esto en momentos donde la afición aurinegra se pregunta qué pasará institucionalmente en su club, como máximo preocupación, aunque también se mantiene la incertidumbre de saber qué ocurrirá en el mercado y con ciertos jugadores colocados en la cuerda floja por un rendimiento poco influyente y que de poco ha servido para lograr cumplir los objetivos.

 

 

La temporada caótica del San Roque de Lepe tiene que ser olvidada del disco duro de todo el estamento del club cuanto antes, haciéndolo olvidar con hechos, reivindicando el juego que poco se ha visto en la ya pasada campaña y presentar ante toda la categoría un fútbol que mínimamente sea capaz de proponer una digna competición con el esperanzador resultado del ascenso, el cual se antoja como un reto de superación personal para el San Roque de Lepe. Si se logra el ascenso, reanimaría aquellos corazones dañados por el querer a un club; de no lograrlo, el proyecto deportivo del San Roque de Lepe sería inestable. Por eso, el equipo debe lograr lo máximo si no quiere empeorar las cosas, ignorando la situación institucional y deportiva. Lo que quede de esta temporada en el plantel tanto como las nuevas incorporaciones tienen que lograr una rápida adaptación para superar las metas propuestas por el club y, por fin, satisfacer a su entidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *