LO QUE CAROLINA HA GANADO EN LA GIRA ASIÁTICA

La onubense se trae de Indonesia una plata, y a sí misma

El #puedoporquepiensoquepuedo forma parte de ella tanto como sus manos o su coraje, y sin su grito de guerra estaba desprotegida, porque no está completa. Sus primeras rivales estaban muy lejos de hacerle daño, pero cuando cruzó en cuartos con Nozomi, fue cuando Carolina se dio cuenta de que le faltaba algo. La japonesa, a día de hoy en horas bajas, era capaz entonces de colarse por el agujero de un alfiler si con eso ganaba un punto, y cuando se percató de que Carolina sólo estaba poniendo buena cara al mal tiempo, apretó para terminar de bloquearla en la pista. Es como si la onubense dispusiera de su cuerpo pero no su alma, y ni la mejor estrategia, ni las piernas más rápidas, pueden suplir esa confianza en sí misma con la que tiempo atrás había hecho temblar el continente asiático.
Y esa fe en sus posibilidades es lo que Caro estaba echando de menos en la gira asiática que acaba de terminar y, a su paso por Malasia, Tailandia y Singapur, no estaba teniendo buenas sensaciones porque no era capaz de tener continuidad en su juego, ni por tanto de imponer el plan que traía preparado. Necesitaba que pasease «algo» que la activase, y que le hiciese recordar que ya ha vuelto, porque volvió el día que venció a Yamaguchi el pasado año. Y, al fin, ese algo sucedió en Indonesia, el último y más prestigioso de los torneos de este tour, y en el que frente a Yeo Jia Min desaprovechó ocho bolas de set para imponerse en la novena. Eso, le hizo darse cuenta de que puede porque piensa que puede, cerrar el puño, mirar al horizonte ,y esperar a Tai Tzu Ying, ya de otra manera.
Al día siguiente barrió de la pista a mejor jugadora del mundo de los últimos años, y al siguiente a Intanon; en la final se vio la diferencia que aún existe entre el nivel de Chen Yufei y el suyo, pero su cuerpo y su mente estuvieron en el partido hasta el final, y disputándole el título a la china, a quien se le notó al final que, a pesar del 2-0, había temido por el resultado.
Tal vez, Carolina no ha vuelto como ella hubiese querido, ganando en Indonesia y dando un golpe en la mesa, pero ha dado un salto cualitativo en su juego y lo ha hecho gracias a esa seguridad en sí misma con la que ha terminado la gira, y que no tenía al empezar. Lo demás llegará cuando tenga que llegar; no olvidemos que Caro tiene la virtud de saber llegar en su mejor momento, al lugar que más le interesa, y este año ese lugar es Dinamarca, donde tendrá lugar la cita mundialista a partir del 20 de agosto. Antes, Corea, Japón…; a donde haya que ir, para recuperar las piernas más rápidas del mundo, que también necesita para ganar el Mundial, y para volver a ese estado de gracia de cuerpo y alma, que consiguió alcanzar antes de la segunda lesión.
