La campeona olímpica y ahora seis veces campeona de Europa, ha dado toda una lección, de valores, esfuerzo y superación tras recuperarse de una grave lesión de rodilla

(Foto: @badmintonphoto)

 

¡Gracias, Caro! Has vuelto como sólo las grandes de la historia lo hacen. No ha sido fácil, para nada. Once meses de calvario, once meses de lucha, entrega, esfuerzo y superación diaria. . No tuvo que ser fácil ver como se disputaba el Campeonato del mundo de Bádminton en tu casa, HUELVA; seguro que no lo fue. No pudiste dar a los tuyos ese esfuerzo y trabajo y todo el agradecimiento que no cabe duda de que es reciproco. Porque tu eres Huelva y Huelva es Carolina. Esa maldita lesión también te impidió participar en los Juegos Olímpicos de Tokio para poder defender tu título, pero tranquilos. París está cerca y Carolina va a por el Oro.

 

Hoy has vuelto a lograr una nueva gesta. Te has coronado por sexta vez como campeona de Europa. Sigues haciéndote grande entre las grandes y eso se debe mucho a tu equipo de trabajo, con el incansable Fernando (Rivas), que cada minuto, cada partido traspasa sus nervios de hielo a tu persona y entre los dos, sois capaces de marcar un plan que sólo vosotros tenéis más que estudiado para desesperar a una rival que nada puede hacer.

 

 

La superación de esta deportista es tal, que durante todo el campeonato tan solo ha cedido un único set. Algo que es tremendamente fascinante y que clarísimamente está al alcance de muy pocos (en todos los ámbitos deportivos). Tras la victoria de la onubense ante la escocesa Kirsty Gilmour en dos sets (21-10 y 21-12), se cuelga su sexto título europeo, tras proclamarse campeona de este en 2014, 2016, 2017, 2018, 2021 y el de hoy; la edición de Madrid 2022.

 

No hay mayor alegría y emoción que verte como llenas de magia el tapiz con tu juego y al ganar el último punto, rompes con todo y te derrumbas como un castillo de naipes por todo lo que has tenido que pasar. En este escenario de alegría, me quedo con las lágrimas de tu madre (Toñi). Una madre que, como no, siempre sufre con todo lo que le pasa a su hija y ella aplaudía con gran pasión y rompiendo a llorar. Unas lágrimas que desde el cielo bien derramada, también de emoción y satisfacción Gonzalo (su padre), porque «La Niña» (como aún siguen llamándola), «su niña», volvió a hacerlo.

 

 

Ahora, la onubense encara ya el próximo Campeonato del Mundo, que se disputará del 21 al 28 de agosto en Tokio y todo, como ya hemos mencionado antes, sin quitar la vista de París 2024, donde aspira a recuperar su CORONA.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *