Kuiki se sincera sobre su salida: «Estaba en el camino correcto»

El exentrenador del Atlético Onubense, Kuiki, accede a una entrevista en exclusiva para SportsHuelva, realizada por nuestro compañero Deivid Quintero

En el mundo del fútbol, los cambios en los banquillos suelen generar muchas emociones y opiniones. En esta ocasión, Kuiki, exentrenador del Atlético Onubense, comparte su experiencia tras su reciente destitución: una decisión que generó sorpresa y debate, tanto dentro como fuera del club. Durante esta entrevista, Kuiki habla con sinceridad sobre el impacto de la decisión, su relación con los jugadores, el respaldo recibido por parte de la plantilla y su visión sobre el futuro del equipo.
¿Qué idea tiene sobre lo que ha podido suceder?
La idea de lo que ha podido suceder al principio es muy dolorosa. Sí, entiendo un poco la decisión; supongo que tiene que ver con la llegada de un empresario, un nuevo dueño. Ellos hacen lo que desean con sus empresas, igual que yo he hecho con mis equipos cuando los he cogido. Pero es lo único que puedo entender. Luego, si me dices que es por resultados, porque tengo en descenso al equipo, creo que ahora estaba haciendo números bastante decentes. El equipo iba, como bien dices, de menos a más. Iba escalando, y creo que solo le faltaba un pequeño empujón para respirar más tranquilo. Pero bueno, creo que íbamos en la dirección correcta para devolver todo a su cauce.
Terminas el partido en Tomares, empatas y te llaman para ir al Colombino.
Sí. Veníamos en el autobús de vuelta y estábamos leyendo las noticias sobre Abel Gómez, que había sido destituido. A los diez minutos, o menos incluso, recibí una llamada del presidente, Jesús Vázquez, preguntándome por dónde íbamos. Yo no lo tenía claro al momento, pero algo me olía. Me dijo que, cuando llegara, subiera a la oficina del club, que estaban reunidos y querían hablar conmigo. En ese momento ya informé a mi cuerpo técnico y a los jugadores que estaban conmigo de que, probablemente, sería el próximo destituido.
¿Te habían llegado rumores de que esto podría pasar?
No, no en ese momento. Después de todo esto, sí he escuchado que esta decisión se tomó hace tiempo, desde que los nuevos propietarios decidieron hacerse cargo del club. Por lo visto, tanto Abel como yo estábamos fuera desde el principio. Eso lo he sabido ahora, a posteriori. Al principio, no tenía noticias ni había escuchado nada. De hecho, los únicos comentarios que recibía de las personas del club —Jesús Vázquez, Alfaro, Óscar e incluso Juan Ramos— eran de plena confianza en nuestro trabajo. Me decían que no me preocupara, que estaban tranquilos con los resultados del filial y que íbamos a salir adelante.
Llegas a la oficina del club, ¿y qué ocurre allí?
Llego al club y tuve que llamar a Jesús para que me abriera el parking. Subimos a la oficina y, de camino, ya me adelantó algo. Me preguntó si sabía por qué estaba allí, y le dije que sí, que imaginaba que era por los nuevos propietarios y su decisión.
Cuando entré en la oficina, estaban toda la directivas completa, encabezadas por Begoña y Jesús Vázquez. Ellos tomaron la palabra como portavoces de la reunión. Me explicaron que habían tenido un serio enfrentamiento con los nuevos propietarios porque no estaban de acuerdo con mi destitución.
Estaban muy tranquilos con nuestro trabajo y confiaban en que íbamos a salir adelante. Solo creían que faltaban dos refuerzos para no tener problemas y asegurar la categoría. Pero me dejaron claro que la decisión no era debatible: ellos no me cesaban, sino que era una decisión de los nuevos dueños, y así lo comunicaron luego en las redes sociales.
¿Crees que el cambio afectará solo a la cantera y al primer entrenador?
Yo creo que ya no se va a tocar nada más. He leído que ya están nombrando a un director de cantera, pero no sé si eso afectará a Juan Alfaro, a Toledano o a alguien más. Más allá de eso, ni entrenadores ni nada. De hecho, como te digo, el trabajo en la cantera siempre ha sido bueno. El año pasado fue bueno, pero este año está siendo espectacular. Tenemos entrenadores muy cualificados, muy preparados, y el trabajo diario es impresionante.
Además, contamos con un área de rendimiento donde todo el mundo sigue las directrices al pie de la letra. Todos los equipos están muy coordinados, encabezados por David Torrejón y Cava en el primer equipo. Creo que estamos haciéndolo muy bien. Estamos muy vigilados, como solemos decir, y esa coordinación hace que el trabajo brille.
Quizás algunos equipos estén en categorías demasiado altas para este año, pero el trabajo es indiscutible. No se puede negociar ni debatir siquiera.
¿En algún momento los nuevos propietarios se han puesto en contacto contigo?
No, y eso es algo que sí me ha chocado o dolido un poco. Me hubiera gustado que alguien viniera y me preguntara: ‘Kuiki, ¿por qué estamos en descenso? ¿Qué pasa? ¿Cómo estamos trabajando? Te damos un mes para revertir la situación.’ Algo así, ¿no? Pero bueno, lo único que entiendo es que esta es su empresa y hacen lo que quieren.
Hasta ahí lo puedo aceptar. Ahora, si estamos de acuerdo o no con la forma en que lo han hecho, eso ya es debatible. Yo lo hubiera hecho de otra manera. Pero, al final, esto es lo que toca. Somos entrenadores y estamos expuestos a estas situaciones. La mayoría de las veces, o muchas veces, las destituciones son injustas. Creo que, en mi caso, ha sido una decisión injusta. Pero no me queda otra que acatarla y seguir adelante.
Este es tu primer cese como entrenador, ¿verdad?
Sí, mi primer cese. Siempre se dice que uno es realmente entrenador cuando lo cesan.
Exacto, dicen que no se es buen entrenador hasta que le cesan
Eso dicen, que hasta que no te cesan, no ganas un título o no asciendes, no te consideran un entrenador completo. Yo pienso: ‘Bueno, pues era lo que me faltaba’. No puedo decir que estoy orgulloso de esto, pero si me faltaba esto para ser considerado un buen entrenador, pues lo asumo. Ya está, ya lo tengo.
Los jugadores incluso te apoyaron en un comunicado.
Sí, ellos me llamaron, todo el mundo esa misma noche. Es que no había salido yo del parking cuando ya estaban publicando el comunicado del club. Los propios jugadores, a través del grupo, decían: ‘No puede ser.’ Ese día prácticamente no podía atender el teléfono, estaba muy afectado, me sentó bastante mal.
Ellos insistían en que harían lo que fuera porque decían que me debían mucho. Pero no es cierto, ellos no me deben nada. Han hecho su trabajo, y eso es lo que cuenta. Es cierto que, con las carencias que tiene el club, al final nos unimos más, nos hacemos una familia. Ese vestuario es una familia, y lo fue desde el principio. Este año, incluso con jugadores nuevos que han llegado de distintos lugares, creo que el grupo se ha fortalecido aún más.
Hemos superado el primer bache profundo de la temporada gracias a esa unión bestial que hay en el equipo. Hemos ganado muchos partidos por ser un vestuario muy unido. Por eso, ellos querían hacer lo que fuera para intentar revertir la situación. Pero yo les dije, primero, que no había vuelta atrás porque ya había firmado mi cese en la oficina, y segundo, que no hicieran ruido porque nunca se sabe cómo los nuevos propietarios podrían tomarlo.
Aun así, no les importó. Mostraron su apoyo incondicional. Cuando leí el comunicado, lo primero que hice fue llorar. Como persona, eso me engrandece aún más. Creo que ese gesto es el mayor trofeo que he podido ganar: la lealtad de estos futbolistas. Me encantó, no puedo negarlo. Es algo que me llevo conmigo, y lo tengo impreso en casa.
Evidentemente, no servía de nada para cambiar la decisión, pero sí fue importante para demostrar lo que habíamos logrado en ese vestuario. Personas que conocen lo difícil que es manejar un grupo como este me escribieron y dijeron: ‘Si has conseguido esto, ya puedes considerarte vencedor porque has logrado algo muy grande.’ Y es verdad, creo que he conseguido algo muy grande.
En media temporada, he logrado la lealtad de muchos futbolistas. Sé que, si en el futuro estoy en otro proyecto y necesito levantar el teléfono, la mayoría de ellos vendría conmigo sin dudarlo. Y al final, eso es lo que te queda.