José María Carreño | «Historia viva de El Decano»
José María Carreño Vázquez, nacido en Huelva, en el año 1.940, de 84 años de edad, exjugador del Real Club Recreativo de Huelva y el único que queda con vida de su etapa. Un fin de semana de onubensismo y recreativismo. Dialogamos sobre la Huelva de los años 50, su vida, su trayectoria en el Decano, situación actual del club, etc.
El pasado viernes, sentados ambos en una silla, con el móvil reposando sobre un adorno en una amplia mesa de madera, discutíamos las imágenes del partido entre el Atlético de Madrid B y el Real Club Recreativo de Huelva. Ya se notaba su corazón albiazul. Padecía, al igual que muchos otros seguidores del Recreativo. Al día siguiente, sábado, tuve la entrevista. Fueron más de 20 minutos que se me pasaron volando, pero fueron sobre todo apasionantes y emotivos.
Esperamos que os guste y que sintáis lo mismo que yo. Es larga, pero emocionante. Es posible que se os escapen algunas lágrimas. Os aseguro que escuchar el audio y observar los gestos de su cara en cada instante es muy distinto a la lectura. Como dice el refrán: «Una imagen vale más que mil palabras».
PREGUNTA: ¿Qué recuerda de aquel Recre en el que jugó?
RESPUESTA: Me acuerdo perfectamente como era el Velódromo y de jugadores como Zumalabe (me pregunta si vive, al cual le respondo que no), Eli, Crispi, Damián, Pilli, hermanos Bienvenida. Mi juventud me la pasé jugando al fútbol, en el Velódromo y en el Recre. Cobrábamos 5 pesetas.
P: ¿Cómo era El Velódromo?
R: Para ver los partidos, el público tenía que subirse a una valla, más o menos, creo que pasaba el tren por atrás. Para poder entrar, se vendían sellos. Un eucalipto, donde se ponían los chavales de la escuela de Flechas Navales, el marcador y una clínica, frente donde hoy está el Hotel Luz, aproximadamente.
Formé parte de aquel Recre que jugó su último partido en el Velódromo. De ahí, pasamos a jugar en el Estadio Municipal, el que se construyó en Isla Chica. Su inauguración fue contra el Athletic de Bilbao.
Ese estadio tenía que haberse construido donde mismo estaba el Velódromo. Y a día de hoy haberse remodelado. Nunca debió moverse de ahí.
P: Ayer me comentó algo sobre las botas de fútbol y balón de su época ¿Cómo eran?
R: (Sonríe, hace gestos con los brazos) Las botas de fútbol eran de cuero, que se cogían y le clavaban puntillas, los famosos tacos, y cuando terminábamos los partidos, los pies terminaban ensangrentados.
El balón de antes no era como el de hoy. Tenías que ser muy valiente para cabecearlo. Estaba hecho de cuero y tenía cuerdas. ¡Puff, cómo dolía! No te lo puedes ni imaginar.
Las espinilleras no existían, ni tampoco los cambios de jugadores. (Unos segundos de silencio). Bueno, si pero sólo era de porteros. Un sólo cambio.
P: ¿Recuerda algún Presidente del Real Club Recreativo de Huelva?
R: Damas, pero había un Presidente, no recuerdo su nombre, se que tenía un bar, situado por detrás de la casa del Litri. Era el único Presidente que gastaba su dinero en pagar a los jugadores. Me acuerdo que le veía meterse la mano en el bolsillo, sacar el dinero y entregárnoslo. Hoy en día, eso es impensable.
P: ¿Tiene algún sueño por cumplir?
Hace un año estuve en Huelva, con mi hijo y no pude ver el Recre jugar. El partido se suspendió por la lluvia, el viento y el temporal ¡¡Qué mala suerte tuve!! Otra vez será.
Mi sueño es ver jugar al Recre de mi corazón en el Estadio Nuevo Colombino. Llevo más de 50 años fuera de Huelva. No quiero morirme sin verlo.
(Le digo: «Ya convenceré a su hijo para que le vuelva a traer a Huelva y ver el Recre»). A lo que responde: Si, pero no quiero saber nada, que sea una sorpresa, Y sobre todo, te lo pido de corazón, una camiseta antigua, al ser posible de mi etapa en el Recre, con dedicatoria y firmada por los jugadores actuales.
(Intentaré conseguirla, le respondo)
Tengo recuerdos del Recre de cuando jugué, fotos, unas botas, etc.
P. ¿Es abonado del Recre?
R: ¡Si!. Sin yo saberlo, mi hijo me sacó el carnet y yo no lo sabía. Cuando me lo dieron, lloré y lloré de la emoción. Estoy muy orgulloso de él y de su mujer.
P: Cuando visitó Huelva hace un año, ¿reconoció algunos de sus lugares?
R: Nada, ha cambiado muchísimo. Sólo el lugar donde tengo la casa. (Alza la voz) ¿Qué carajo han hecho con la Plaza de las Monjas? La han destrozado. ¿Qué pinta ahí Colón? ¿Dónde esta la Fuente Magna, la de los leones? Es que ha perdido todo su encanto.
P: ¿Algo más que añadir?
R: Recordar a Huelva, a los onubenses, a los recreativistas, la mejor hinchada del mundo con más de 13.000 abonados, y que estén en la 1ª RFEF es impresionante.
Pido a la afición que tenga cojo… para salvar al Decano y devolverlo a su lugar merecido, del cual nunca debió irse. Que la unión prevalezca y dejen de lado las disputas políticas.
De los jugadores actuales, no conozco a muchos, pero me gustaría encontrarme con ellos, contarles que en mis tiempos ganábamos 5 pesetas y que ahora, con los salarios que tienen (eleva la voz), les falta valor para correr, ¡vamos, jod…!
Cualquier jugador que lleve esta camiseta, este escudo y estos colores debe entregarlo todo, su alma, su sangre por ella. ¡ESTÁN JUGANDO EN EL CLUB MÁS ANTIGUO DE ESPAÑA! Y al entrenador le digo que sea más valiente.
Yo tuve un entrenador que, tras cada derrota, nos hacía correr incansablemente, subiendo y bajando las gradas del Velódromo durante horas. Cada lunes, voy a un bar para revisar la prensa y ver cómo le fue a mi Recre (se emociona). Cuando veo que no ha ganado, que está último o sufriendo tanto en estos últimos años, tanto deportiva como institucionalmente y en los tribunales… se me parte el alma. (Caen lágrimas de sus ojos; llora, mueve la cabeza de un lado a otro, me hace llorar, paramos unos minutos y… nos abrazamos). Pasados unos 5 minutos, grita con euforia: ¡ADELANTE HUELVA! ¡VIVA EL RECRE!