HUELVA, LA CIUDAD DEL BÁDMINTON, ESPERA CON ANSIA EL INICIO DE LOS MUNDIALES

El Mundial de Bádminton está a la vuelta de esquina y Huelva será el centro de atención en todo el mundo

En Huelva se respira bádminton. Ahora, cuando paseas por sus calles, además de ver chicos y chicas dando patadas a un balón, o lanzando a canasta, les ves con una raqueta en la mano. Una raqueta de bádminton. Pero las cosas no suceden de la noche a la mañana; el próximo mes de diciembre Huelva se convertirá en la capital mundial de nuestra disciplina, gracias a la celebración de los Mundiales Senior y Absoluto y, para llegar hasta aquí, la ciudad ha recorrido un precioso y ambicioso camino. Uno que tiene principio, pero del que aún no se ha escrito el final. Tal vez, porque Huelva no quiere que esto termine.

Todo comienza con una niña a quien jugar no se le da demasiado bien, según ella misma cuenta. Y con un instituto que apuesta por ella, y por todos aquellos que desean desarrollar su actividad física con un deporte hasta entonces no muy conocido. Aquella niña se llama Carolina, y pasar a ser la jugadora más destacada de su entorno a base de esfuerzo, se convierte en el primer reto de su vida como deportista. Y aquel instituto más tarde daría nombre al equipo que fuera su cuna, y que la lanzara al mundo para que siguiera abriéndose paso: el IES La Orden es un club onubense que lleva una década en la élite del bádminton nacional, y que puede presumir de tener seis títulos de liga, dos medallas europeas, y de pasear los colores azul y blanco por España y por toda Europa.

Ya no resulta raro ver jóvenes con la raqueta en la mochila entrando en los pabellones, ni descubrir dentro de los mismos a los no tan jóvenes, practicando una modalidad de la que se puede disfrutar plenamente, después de jugar un par de ratos. Cada cual, a su manera, sigue la estela de la figura que alumbra todo lo que está pasando; Carolina Marín es la mejor embajadora que jamás ha tenido Huelva y, no sólo por ser quien es, sino porque ella lo quiso así, el día que decidió que el resto del planeta tenía que conocer las costumbres, las tradiciones y la gente, de la tierra que la vio nacer.

Fue ella quien cambió la competición internacional para siempre en Copenhague, cuando ganó su primer Mundial a golpe de imaginación, y sus rivales comprendieron que a partir de entonces ya no les valdría con “repetir”.

Porque junto a esa autoconfianza que roza lo sobrenatural, y que la define, la onubense mostró en aquella final esa chispa que aparece cuando todo va mal , y que obligaría a reinventarse a toda Asia. La era de la especialización daba paso a una nueva de innovación, y Fernando Rivas y aquella niña de Huelva inauguraban la época de la táctica y del estudio de las rivales. Jamás dos torneos diferentes volverían a prepararse de la misma forma.

Onuba, como llamaban a la ciudad los fenicios, es también el nombre de la mascota del Mundial, que tendrá lugar, como todos sabemos, la semana del 13 al 19 de diciembre. Antes, otros grandes eventos han ido dando forma a la idea que con la que más allá de nuestras fronteras, asocian a la capital onubense: bádminton. En 2018 y, por primera vez en nuestro país, Huelva fue la sede de un Campeonato de Europa; el viejo continente era testigo del triunfo de Carolina en su casa, y presentaba sus respetos a la dominadora absoluta del circuito europeo. Tras un gran esfuerzo, tan apasionante como coordinado de administraciones, federaciones, voluntariado y otras entidades, el resultado fue tal que nadie dudó entonces, de que no sería la última vez.

Y, al igual que Onuba, Carolina Marín no es sólo el nombre de la gran impulsora de este sueño hecho realidad; también se llama así el pabellón en el que la historia está escribiendo esta bella página, a golpe de volante. En mayo de este año se celebraba, en este mismo escenario, el Huelva Spain Masters, y la ciudad recibía la visita y también el aplauso por su organización, de nuestros primeros visitantes procedentes de Asia. Huelva no se conformaba ya con aparecer en las pantallas de televisión de los Europeos, sino que su nombre era capaz de llegar a donde casi únicamente el deporte puede. Y según avanzaban los días, menos pistas activas, menos jugadores “vivos” en competición, y más cámaras de todo el mundo dando testimonio de un torneo Super 300 del World Tour, disputándose en la capital onubense.

Huelva también ha visto crecer su pabellón de deportes, que ya vistió sus mejores galas en 2018 para el Europeo, pero que ha seguido evolucionando a lo que hoy es: un punto de encuentro para la disciplina, y un lugar de privilegio para poder practicarla, o para presenciar los muchos torneos que, un presente tan vivo, promete albergar en el futuro.

Lo más cercano en el tiempo, y que situará a Huelva en el centro de todas las miradas, es la celebración de dos mundiales que disputarán más de dos mil deportistas, y que llegarán a más de seiscientos millones de hogares. Entre la gran cita del Mundial Senior, la semana del 28 de noviembre, y el Absoluto, quince días después, más de treinta mil personas podrían visitar la ciudad natal de Carolina Marín, cuya presencia, de un modo u otro, está asegurada. Porque todo nace de ella y de su propio deseo, a prueba de cualquier inconveniente, de dar a conocer las señas de identidad de Huelva para que siga consolidándose, torneo a torneo, como referencia mundial del bádminton.

Fuente: Huelva2021.com