567684954_2888888101313804_6146924421831824197_n

El conjunto amarillo mereció más, pero sigue sin puntuar en casa tras un nuevo final amargo en Las Delicias


 

El Moguer volvió a irse de vacío de su estadio. Tres partidos disputados como local, tres derrotas. Los cuatro puntos que figuran en su casillero han llegado lejos de Las Delicias, donde el equipo de Juan Palma no termina de encontrar recompensa a su esfuerzo. Ante el Montilla, un rival experimentado, el Moguer hizo méritos suficientes para ganar, pero la falta de acierto volvió a condenarlo.

El encuentro comenzó con dominio visitante. El Montilla reclamó un penalti en los primeros compases y poco después vio anulado un gol por fuera de juego. La insistencia cordobesa tuvo premio a la media hora, cuando Pino aprovechó un desajuste defensivo para firmar el 0-1. El tanto despertó al conjunto moguereño, que empezó a generar peligro, especialmente a través de Manu Martín.

Inmoumbría - Servicios Inmobiliarios

Antes del descanso, los visitantes pudieron ampliar la ventaja en dos contras, pero el portero Christian Moreno sostuvo a los suyos con dos intervenciones de mérito. En el otro área, el Moguer rozó el empate con un centro de Apado que no fue bien rematado por Dani Rodríguez y el rechace de Manu Torres se estrelló en el larguero.

Tras el paso por vestuarios, el Moguer dio un paso al frente, permitiendo igualar el luminoso con un remate de Apado que puso el empate a uno. El gol cambió el ánimo del equipo, que creyó en la remontada. Dani Rodríguez estuvo a punto de lograr un tanto espectacular desde el centro del campo y Manu Torres dispuso de una ocasión clarísima, pero Alfonso salvó sobre la línea.

El tramo final fue una sucesión de oportunidades locales: un disparo de Manu Martín rozó el poste y el árbitro anuló un gol por un fuera de juego muy protestado. Y cuando todo apuntaba al reparto de puntos, llegó el castigo. En una acción mal defendida dentro del área, Tiago empujó el balón a la red para establecer el 1-2 definitivo.

El Moguer volvió a competir bien, pero la historia se repite: genera más que su rival, perdona y lo paga. El fútbol, una vez más, fue cruel con los de Las Delicias.