El Bollullos roza la gloria pero cede ante el Huétor Tájar en la final de la Copa RFAF (2-3)

FOTO PORTADA-nuevo - 2025-09-03T200133.717

El conjunto onubense, que llegó a ponerse 2-0 en el marcador, acusó la expulsión de Fidel y terminó cayendo remontado por el cuadro granadino

El Bollullos CF se cita de nuevo con el Huétor Tájar en la Copa Federación


 

   El Bollullos CF no pudo escribir la página dorada que tanto ansiaba en su historia. El equipo dirigido por Antonio Calle acarició su primer título autonómico oficial, pero terminó sucumbiendo (2-3) en la final de la Copa RFAF ante el CD Huétor Tájar, en un encuentro vibrante y lleno de emociones que se decidió en los instantes finales. La temprana expulsión de Fidel Ibáñez, unida al desgaste físico de jugar con un hombre menos desde el minuto 20, acabaron siendo factores determinantes en un choque que deja al cuadro bollullero sin premio, aunque con la sensación de haber competido hasta el límite.

Inmoumbría - Servicios Inmobiliarios

El partido arrancó en medio de un gran ambiente en el Eloy Ávila Cano, con la tribuna principal llena y la grada de enfrente abarrotada en tres cuartas partes. Los locales se hicieron pronto con el control del balón, buscando la portería rival ante un Huétor Tájar que apostaba por la presión alta para tratar de sorprender. Y pronto llegó la primera alegría: en el minuto 8, Juan Becken firmó una magnífica asistencia para Nando, que dentro del área definió de tacón para superar a Fidel Castillo y poner el 1-0 en el marcador.

El tanto no desarmó al conjunto visitante, que reaccionó y pudo igualar por medio de Nacho, pero se encontró con la seguridad de Guille Centurión bajo palos. Pero el partido iba a torcerse demasiado pronto. En el minuto 20, Fidel Ibáñez vio la segunda amarilla tras un codazo y dejó al Bollullos con diez jugadores para todo el encuentro. La situación se complicó aún más cuando, apenas ocho minutos después, Nando tuvo que retirarse lesionado, obligando a Calle a mover el banquillo y a reorganizar la defensa con el ingreso de Moy Becken. El equipo visitante apretó, avisó Maya y también Nacho con un remate que volvió a encontrarse con Centurión. Aun así, el Bollullos no se rindió y rozó el 2-0 en una acción a balón parado que Antolín estrelló contra el poste antes del descanso.

En la segunda parte, el Huétor Tájar buscó con insistencia la portería local, aunque el Bollullos se mostró sólido atrás. Y cuando más sufría, llegó el estallido de alegría: en el minuto 64, Andrés Pavón peinó un balón colgado al área que Fernando Vargas cazó con un potente disparo a la media vuelta para firmar el 2-0. El título parecía al alcance de la mano, pero el desgaste físico empezaba a notarse.

El cuadro granadino no bajó los brazos y se volcó al ataque. En el 71, el colegiado señaló un penalti por un supuesto codazo dentro del área bollullera que Manu Daza transformó, poniendo el 2-1 y devolviendo la emoción al choque. El tanto dio alas al Huétor Tájar, que aprovechó el cansancio de los locales para generar peligro constante, destacar un disparo de Utrilla que sacó Centurión y un balón que no empujó con la cabeza a gol de Migue por poco. Joaquín Amador, con un zurdazo imparable desde fuera del área, empató en el minuto 84 y heló el estadio. Apenas dos minutos después, Borrego culminó la remontada con un cabezazo tras un córner que supuso el 2-3 definitivo.

El Bollullos se volcó en los instantes finales, con balones colgados al área y un último intento de Andrés Pavón a balón parado, pero el guardameta visitante desbarató la ocasión. Con el pitido final, la afición bollullera, que no dejó de animar en ningún momento, reconoció el esfuerzo de su equipo con una gran ovación, consciente de que el título se escapaba pero orgullosa de la entrega de los jugadores.

La derrota duele, pero no apaga la ilusión. El sueño de la Copa del Rey sigue vivo, y el próximo miércoles el Bollullos tendrá una nueva oportunidad para redimirse. Además, el domingo arranca la liga, el gran objetivo del curso, donde el conjunto bollullero buscará seguir demostrando que está preparado para competir al máximo nivel.