El equipo tropieza frente a un gran Ibiza , y contra un mal árbitro

(Foto: UD Ibiza)

La de partidos diferentes que vimos, el pasado domingo, dentro del mismo partido. Llega un momento en el que uno no se atreve ni a levantarse a por un café, porque sabes que mientras te lo pones, va a pasar algo. Un carrusel de emociones para unos corazones recreativistas que, si bien soportan lo que venga con el oficio de una afición decana, sienten y padecen. Y frente al Ibiza sufrimos una derrota de las que duelen, por los cinco que nos cascaron, y por la cara de tonto que se te queda cuando sabes que te van a expulsar a un jugador, y tú mismo vas haciendo la cuenta atrás, hasta que te lo echan. Así, tal cual. Si la mañana hubiera sido una peli del oeste, podría haberse llamado “Sólo ante el peligro”; aunque, en la peli de Zinnemann, el responsable de hacer cumplir la ley es el héroe. Tal vez, nos quedaría mejor “El bueno, el feo y el malo”, para poder decir que el bueno fue el Ibiza, algo que debe constar en acta, y para cascarle lo de feo y  malo, ya saben ustedes a quién. Ibiza 5, Recre 2: el partido más difícil de analizar del mundo; que cada uno que haga lo que pueda con este “regalo”.

 

 

No había visto aún al Ibiza, y creo que son los coprotagonistas, junto al Castellón, de ese “Duelo al sol” que vamos a presenciar por la primera plaza. Las cosas que fueron sucediendo en el encuentro también fueron pasando para los locales, a pesar de lo cual se mantuvieron fieles a su plan de partido y, como si la cosa no fuera con ellos, insistieron en la misma idea, de principio a fin: un equipo muy largo por banda, pero con talento y recursos para hacer buena cualquier posesión en campo contrario, y muy equilibrado a la hora de presionar arriba, sin perder el orden. Y un equipo que con Gallar, Soko y Eugeni, completa el catálogo de cómo hacer daño con balón. Pues, a pesar de que nos marcan muy pronto, de que nos dominan, y de todo lo que pasa en la primera mitad, el Recre no le pierde la cara al partido y llega “con vida” al descanso, sobreviviendo a cada gol del rival, y también al colegiado, de quien ya habíamos oído que es de gatillo rápido. Debemos elogiar la actitud del equipo, gracias a la cual y con 3-1 da la sensación de no haberse rendido aún, pero hombre, si contra el Ibiza haces “eso” que hace Antoñito, estás jugando a la ruleta rusa con un Colt que tiene las seis balas en la recámara. No podemos permitirnos esta clase de errores porque hoy es contra el Ibiza, pero mañana será contra el Alcoyano, y te puede costar “la vida”, en la categoría. Y se repiten durante todo el partido, sobre todo a la hora de defender el balón parado.

 

Alguien debería echarle también un ojo a estos arbitrajes, porque el Recreativo no pierde por la actuación del colegiado, lo hace porque el Ibiza hace más y mejores cosas pero, al convertir el verde en “La pradera sin ley”, condiciona el rumbo del encuentro y echa al traste todo el trabajo de la semana. Y todo, por compensar, porque sabe que no debió echar a Eugeni, y desde ese momento es incapaz de pensar en otra cosa. Ya en la segunda mitad, y tras otro “nuevo partido”, uno más tras el gol de De la Rosa, echa también a Antoñito en lo que parece la expulsión, más expulsión de todas; pero yo aquí “miraría” más a nuestro futbolista que al colegiado, porque también somos capaces de chafar nuestros propios planes nosotros solitos, sin árbitro.

 

 

Con Rubén Serrano y esa ocasión para el 3-3 terminan las opciones del Recre, que siguió intentándolo “Hasta que llegó su hora”, con el cuarto del Ibiza. Un quiero y no puedo que habla bien del compromiso del equipo y, aunque sólo podemos salvar a Alcalde y a De la Rosa, sí podemos decir que “Murieron con las botas puestas”.  Sin embargo, debemos agradecer al Ibiza el recordatorio de que no somos aspirantes al ascenso; no podemos competir con estos equipos, más que nada, porque no tenemos plantilla para ello. Creo que tenemos gente a la que hay que poner en valor, y a la que podemos confiar el destino del equipo en esta salvaje travesía por la 1ª RFEF; pero “El Dorado” no es aún el fútbol profesional, sino la salvación: mientras que algunos equipos tienen a un tal Cedric en el banquillo, porque juega otro aún mejor, nosotros tenemos cinco o seis futbolistas que, o ni hemos visto, o que con lo que hemos visto, es suficiente.

 

“La diligencia” llega a Huelva el domingo con el Alcoyano; tenemos que ganar y ojalá, si no lo hacemos, sea sólo por mérito de ellos o por demérito nuestro, y no tengamos que acordarnos del señor comisario para nada; después de ocho jornadas, tengo muy claro como se llama la película: “Los odiosos 8”.

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