Carolina Marín confiesa sufrir «estrés y ansiedad» en el último mes
La campeona olímpica revela el alto precio de un periodo intenso tras las cámaras, marcado por la presión de su imagen pública y el contraste con su necesidad de descanso

«Estoy aquí hoy un poco de reflexión», comenzaba diciendo la deportista onubense Carolina Marín en una de sus publicaciones en sus redes sociales, donde se encuentra muy activa, para compartir una inusual y sincera reflexión sobre su último mes, marcado por un alto nivel de exigencia profesional y personal.
La campeona olímpica de bádminton en Rio 2016 ha puesto el foco en la dicotomía entre la imagen perfecta proyectada en redes y el coste emocional que esto conlleva. «Ha sido un mes, sinceramente, muy intenso», confiesa Marín, reconociendo que, a pesar de las fotos donde lucía «vestidazos» y se veía «muy guapa», ha estado -y está- lidiando con el estrés y la ansiedad.

El desafío de la inactividad
La situación de Carolina Marín es doblemente compleja: todavía no ha vuelto a competir desde su grave lesión en las semifinales de los Juegos Olímpicos de París en agosto de 2024. Actualmente, se encuentra en un proceso de recuperación cuyo objetivo final es su deseada retirada profesional en el Campeonato Europeo de Bádminton del próximo año, que se celebrará en Huelva, su ciudad natal.
La alta exigencia de este periodo de preparación se manifiesta en síntomas físicos y mentales. Marín describió un ritmo frenético que, sumado a la continuidad de sus entrenamientos, la llevaba al límite. Llegaba a casa por las noches con tanta adrenalina que ni siquiera lograba descansar. La ansiedad se ha manifestado incluso en su alimentación, experimentando una inusual necesidad de azúcar. Ante esta situación, ha anunciado que está deseando «bajarse» a casa por Navidad para disfrutar con su familia y empezar a reducir su alto nivel de ansiedad.

La deportista enfatiza que se siente «muy diferente a cuando estaba entrenando ocho horas diarias», una rutina que, actualmente, ni su cuerpo ni ella desean mantener. Por último, Carolina Marín concluyó su mensaje con una crítica a la presión que genera la visibilidad en línea: «En redes sociales solamente se ve lo bonito y no se ve todo lo que hay detrás». Su testimonio busca invitar a no caer en las comparaciones con la perfección que se muestra en las plataformas.
@_carolinamarin_

