(Foto: sportshuelva.com / David Gómez)

 

Ayer llegó el día que algunos esperábamos que llegara y otros no tanto, pero es que esto no es un paseo por el Conquero, la sierra o nuestras kilométricas playas, con las que tenemos el privilegio de contar en nuestra provincia. Llegó y tan solamente llegó -palmamós- y encima en el sagrado templo de todos los recreativistas, donde ya nos estábamos acostumbrado a solo ocupar nuestros aposentos para ir a ver al Decano a ganar. Que fácil, ¿No?.

 

Lo bueno, bonito y barato se demuestra que en especial en este grupo X de la 3 RFEF no existe, así se demostró en el día de ayer donde el Decano de fútbol español cayó y calló. Cayó derrotado por primera vez esta temporada, por primera vez en el Nuevo Colombino y por primera vez en este esperanzador nuevo año 2022; y calló a los que no paraban de declamar que esta temporada era simplemente un mero trámite para finalmente resurgir al Abuelo de sus cenizas, como el Ave Fénix -dejémonos de mitología griega y pisemos el barro en el que nos encontramos-.

 

Pues ayer llegó y llegó. ¿Qué llegó? Una derrota. ¿Animar o criticar? Pues señoría, ambas respuestas pueden ir perfectamente en parsimonia. Primero, podríamos criticar la derrota de ayer; derrota que llega ante un rival directo y con el que se espera que de aquí a final de temporada peleen por esa ansiada primera plaza. Podríamos criticar cómo el Decano en su casa se vio claramente superado en el juego. Podríamos criticar el juego mostrado ayer por el conjunto blanquiazul, de hecho podríamos criticar muchas cosas y estamos en total derecho de hacerlo como aficionados, abonados o seguidores del Recreativo de Huelva.

 

Pero… ¿Podríamos animar? ¿Y por qué no? Ayer, sin duda, no fue el mejor partido del Decano esta temporada pero eso no quita todo lo bueno que se ha hecho estos meses, solo tenemos que mirar la clasificación, de hecho, solo hemos perdido un partido. Recordemos que sólo cinco equipos de los casi quinientos que componen las cinco primeras categorías no habían perdido, solo era cuestión de tiempo que nos tocará perder. Ánimos, ánimos y ánimos, pero siembre con crítica, esa crítica constructiva que sólo nos puede hacer mejorar (siempre que queramos recibirla de buena gana y tomar cartas en el asunto).

 

Ahora, y sin tiempo para lamentarse, nos toca cruzar el estrecho; animados de poder conseguir, esta vez sí, la primera victoria del 2022. Una victoria que nos endulce un poco los labios para quitarnos ese mal sabor de boca del día de Reyes. Llegó el momento de dejar de contar las jornadas hacia delante y hacerlo inversamente, restando los partidos que nos quedan por jugar. Estamos a 15 partidos de conseguir el objetivo y en tan solo 48 horas desojaremos otro pétalo, otro pétalo que esperemos que ahora sí, valgan los tres puntos para poder seguir como líderes en solitario de este complicado grupo X de la 3ª RFEF.

 

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