El Recreativo sigue sin rumbo y el tiempo se agota
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Un empate insuficiente que evidencia la alarmante situación del Decano
El Recreativo de Huelva es un equipo sin alma. Y lo peor de todo es que ya ni siquiera el factor campo sirve de impulso. El empate ante el Antequera (0-0) no es más que otro clavo en el ataúd de un equipo que lleva meses pidiendo ayuda a gritos. Sí, el rival era el líder, pero si algo quedó claro en el Nuevo Colombino es que ni uno ni otro jugaron como tal. Y cuando un equipo necesitado de victorias no es capaz de imponerse en casa ante un adversario titubeante, es que hay un problema grave.
Se puede hablar de una leve mejoría con respecto al partido en Algeciras, pero esto es Primera RFEF y los puntos valen más que las sensaciones. El Recre sigue en descenso, sin ganar, sin marcar y sin una hoja de ruta clara para salir del pozo. Es un equipo plano, sin capacidad de reacción, sin mordiente arriba y con una plantilla que se está demostrando muy limitada.
El efecto Vélez, evaporado
La llegada de Íñigo Vélez trajo consigo la clásica reacción que suele generar un cambio en el banquillo, pero esa chispa se ha apagado. El técnico vasco volvió a tirar de su once de confianza, con la vuelta de Becken en defensa y de Del Pozo en el doble pivote, además de Zelu en el carril derecho por la ausencia de Perejón. Sin embargo, el equipo sigue sin funcionar.
El primer tiempo fue un trámite. El Recreativo no asumió riesgos, esperando un error rival que nunca llegó. Y si bien en los últimos 15 minutos se animó algo, las ocasiones fueron anecdóticas. Caye Quintana rozó el gol en un remate forzado y Luis Alcalde se topó con Jero Lario en la más clara del partido.
La segunda parte fue aún más desesperante. Ni la entrada de Nico Njalla para refrescar el ataque sirvió de revulsivo. El camerunés tuvo una ocasión mano a mano, pero no resolvió bien. Más allá de eso, nada, vacío absoluto. Solo quedó para la anécdota la lesión de Davinchi y su épico regreso al césped por puro pundonor.
¿Y ahora qué?
Empatar contra el líder puede parecer un buen resultado en otras circunstancias, pero no para un equipo que está con el agua al cuello. Punto a punto no se sale del descenso, y con solo 13 jornadas por delante, el Recre sigue sin ganar y sin mostrar síntomas de mejora real.
La pregunta es hasta cuándo va a seguir el club aferrándose a la idea de que la salvación es posible sin cambios drásticos. Porque lo que se vio en el Nuevo Colombino no es suficiente. Y si algo ha dejado claro esta temporada es que, cuando el Decano más necesita ganar, menos lo consigue.